Meta miró para otro lado con el impacto negativo de Instagram en adolescentes, según un informante interno

Arturo Bejar, que fue ingeniero de Facebook entre 2009 y 2015 y después fue contratado como consultor en 2019 para investigar el impacto de estas redes sociales en menores, defendió ante los senadores que la práctica que rige a Meta ante evidencias de esos daños es «no ver, no oír».

Bejar es el segundo informante de entidad que alerta a las autoridades de EE.UU. sobre el impacto en menores de plataformas como Instagram, después del testimonio de hace dos años de Frances Haugen, otra exempleada de la compañía que filtró documentos internos y datos que echaban luz sobre esa indiferencia.

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«Es hora de que el público y los padres entiendan el verdadero nivel de daño que suponen estos productos y es hora de que los usuarios jóvenes tengan herramientas para informar y para evitar el abuso online», sostuvo Bejar, que este fin de semana denunció el poco caso que Meta le hizo en una entrevista con 'The Wall Street Journal'. Algunos de los datos que proporcionó a Meta y que fueron ignorados: el 51% de los menores aseguraba que había tenido una experiencia dañina o negativa en Instagram en la última semana y casi el 25% de los menores entre 13 y 15 años habían recibido propuestas sexuales no deseadas.

Bejar fue contratado en 2019 después de que su propia hija sufriera este tipo de abusos en Instagram y transmitiera su preocupación a sus anteriores compañeros de Facebook. A sus 13 años, la adolescente había recibido fotografías con contenido sexual y propuestas sexuales sin que la red social hubiera hecho gran cosa. «Si lo único que pasa es que se les bloquea, ¿por qué dejarían de hacerlo?», fue la respuesta de su hija a la pregunta de que por qué esos chicos seguían con ese comportamiento.

«Es inaceptable que una chica de 13 años reciba propuestas de ese tipo en redes sociales», defendió ante los senadores Bejar, que, tras dos años como consultor estudiando este tipo de comportamientos, se lanzó a contactar de forma directa a los mandamases de la compañía para alertarles de lo que ocurría.

Bejar envió comunicaciones en octubre de 2021, entre otros, a Mark Zuckerberg, el fundador de la compañía; a Sheryl Sandberg, entonces su mano derecha como directora de operaciones; a Adam Mosseri, consejero delegado de Instagram; y al director de producto, Chrix Cox. Compartió eses mensajes casi a la vez que Haugen comparecía en el Congreso a la luz de las informaciones que ella misma filtró. La respuesta de los ejecutivos fue no hacer nada.

El informante recordó una reunión con Cox, en el que el ejecutivo no solo reconoció la existencia de esos datos, sino que se los sabía de memoria. «Para mí fue descorazonador, porque significaba que lo sabían pero que no iban a hacer nada sobre ello», dijo.

El testimonio de Bejar está incluido en una demanda interpuesta el mes pasado por los fiscales generales de más de cuarenta estados de EE.UU., en la que se defendió que Meta creó productos para maximizar el uso por parte de jóvenes a costa de su salud física y mental. Ante los senadores, Bejar defendió que la compañía, que asegura que ha desplegado multitud de controles parentales para evitar estas situaciones, no hace nada cuando se demuestra que la solución al problema no es sencilla y afecta a su negocio. Por ejemplo, Meta ha dedicado muchos recursos a supervisión automatizada, pero no a supervisión humana de contenido, que es mucho más cara.

Las declaraciones de Bejar sirven también para azuzar la campaña en el Congreso de EE.UU. para limitar el poder y el impacto de las redes sociales, una de las pocas cosas que ponen de acuerdo a republicanos y demócratas.

El demócrata Richard Blumenthal acusó a Meta de «ocultar al Congreso pruebas de estos daños que ellos consideraban creíbles» y la republicana Marsha Blackburn recordó como Mosseri compareció ante el Congreso pocos meses después de que Bejar le informara sobre esas estadísticas. Mosseri dijo entonces que «nos preocupan mucho los adolescentes en Instagram, y es por ello por lo que hacemos investigación sobre 'bullying' o comparaciones sociales para hacer cambios». La senadora preguntó a Bejar si creía que lo que decía Mosseri era cierto. Su respuesta fue: «Estoy de acuerdo en que investigan; no estoy de acuerdo en que hagan cambios».