Nuestras mascotas también sufren el síndrome posvacacional

También se dan casos de llamadas de atención de forma constante, exceso de energía por todas las actividades que ahora cesan, tristeza o desmotivación por volver a estar encerrado y solo en casa después haber pasado largo tiempo junto a su familia humana. Estos «bajones» anímicos pueden provocar además un menor apetito, pérdida de sueño y pocas ganas de salir de paseo, entre otros síntomas.

Para Nuria Gómez Constanzo, veterinaria de Clinicanimal: «Es esencial proporcionarle momentos de juego y entretenimiento de calidad de forma diaria para sobrellevar mejor esta etapa de transición y, si percibimos que nuestra mascota tiene un comportamiento poco habitual, debemos acudir lo antes posible al veterinario para obtener un diagnóstico que determine un tratamiento lo más adecuado posible».

En el caso de detectar algunos de estos comportamientos, desde la RSCE aconseja retomar las rutinas gradualmente, sistematizar la alimentación, volver a la higiene habitual y observar con mucha atención su estado de ánimo. Septiembre es, es un mes importante y el más indicado para acudir al veterinario y de esta manera asegurarnos de que su salud, a la vuelta del verano, sea la óptima.

-Volver a proporcionar el alimento en sus horas y en las cantidades adecuadas. En ocasiones durante las vacaciones la sensación de hambre es mayor y puede ser interesante comenzar dando la ración diaria repartida en varias tomas.

-Reforzar la higiene: Corte de uñas, baño, limpieza de ojos y oídos, cepillado de pelo y dientes. Estas son rutinas que a veces podemos descuidar en vacaciones. Volver a ellas siempre será beneficioso para la salud y bienestar de nuestros peludos.

Noticia Relacionada

Comida más humana: pasteles para perros y otras «delicatessen»

Carmen aniorte

Helados, yogures, dietas personalizadas, roscón, snacks de frutas y verduras, hamburguesas y croquetas caseras para perros, gatos e incluso pequeños roedores

-Actividad física habitual: durante las vacaciones les dedicamos más tiempo, también al aire libre. Cuando volvemos a nuestra actividad diaria hay que mantener una rutina en los paseos y seguir dedicando tiempo a estar con ellos. Una carencia de actividad y del con tacto con nosotros puede en muchos casos afectar a su salud.

-Vigilar su estado de ánimo: Para las mascotas la vuelta a la rutina supone volver a pasar más horas solos en casa que, en algunos casos, puede llegar a traducirse incluso en problemas patológicos de comportamiento como es el caso de «ansiedad por separación».

-Acostumbrar de manera progresiva a nuestro peludo a la soledad durante la jornada de trabjo fuera de casa. El perro o el gato (más los primeros que los segundos) acusará con mayor intensidad el cambio si lo hacemos de forma drástica. Por ejemplo, si nuestra mascota va a permanecer largas horas sola en casa mientras estamos fuera, es recomendable preparar días antes con breves espacios de tiempo en casa, otorgándoles mayor independencia durante este tiempo. Desde Tiendanimal comentan que es aconsejable que tenga sus juguetes y chuches favoritos para que en esos primeros días el tiempo de espera se les haga más ameno.

-Regular sus necesidades: después de la alteración en los horarios y su lugar de residencia, es posible que nuestro perro o gato haya perdido la costumbre que tenía tan asumida previamente a estos días. En ese caso, los veterinarios consultados recomiendan recuperar, de manera progresiva, los horarios habituales de paseo, en el caso de los perros y colocar el arenero en su lugar de costumbre en el caso de los gatos.

-Desparasitación: Estar más tiempo fuera de casa supone también más exposición al ataque de parásitos. Por ello, es recomendable acudir al veterinario para una revisión y le realice una desparasitación tanto externa como interna si esta fuera necesaria.

-Leishmaniosis: En los meses cálidos -dependiendo de la zona en que se hayan pasado las vacaciones- el mosquito transmisor de esta enfermedad tiene unos picos máximos actividad. A modo preventivo, se aconseja el empleo de repelentes de este mosquito sobre el perro; así como posteriormente un test de Leishmania para comprobar que es negativo.