Las mascotas también viven su propia «vuelta al cole»

Durante el periodo vacacional los propietarios de perros y gatos suelen pasar más tiempo con ellos. Esto hace que pierdan las rutinas establecidas durante todo el año y, al llegar de nuevo a casa, tengan cambios en su comportamiento : reclaman más atención (detectado por un 37 por ciento), casi un 7 por ciento pierden el apetito o destruyen cosas menos del cinco por ciento.

Uno de los trucos más compartidos por la mayoría de los propietarios es el de hacer juegos más entretenidos (50 por ciento), mientras que salir a pasear durante más tiempo (la opción del 30 por ciento). En resumen: pasar más tiempo juntos. Una de las «asignaturas pendientes» y que hay que cumplir en septiembre es la visita al veterinario.

En esta encuesta, solo un 30 por ciento lo visitan tras las vacaciones para realizar un chequeo general a su mejor amigo. Hay que tener en cuenta que durante el verano han estado mucho más tiempo al aire libre , lo que significa que han podido estar expuestos a más parásitos e infecciones y lo más recomendable es hacerles una revisión con su veterinario habitual para así asegurarnos de que nuestros fieles amigos de cuatro patas gozan de buena salud.

Expertos veterinarios de Kiwoko ofrecen una lista con los comportamientos más detectados a la vuelta de vacaciones y como solucionarlos. He aquí un listado con los más frecuentes:

- Si nuestro perro ladra más de lo normal a la vuelta de vacaciones puede significar que echan de menos la compañía de su amo. En el caso de los gatos, si lo ha dejado con alguien, el regreso a «su hogar» puede suponer ansiedad por separación y uno de los indicios suele ser que deje de utilizar el arenero.

-Si nuestro perro o gato empieza a tener comportamientos distintos como, por ejemplo, hace sus necesidades donde no debe, escarba en la basura o mordisquea muebles y zapatos, puede ser sinónimo de que no está recibiendo la atención y el ejercicio que necesita.

- Si le cuesta salir a pasear o comer , al igual que los seres humanos, las mascotas necesitan tiempo y disciplina para volver a la rutina. Por eso debemos tener paciencia y estar al lado de nuestro peludo para que poco a poco todo vuelva a la normalidad.

Si a su mascota le sucede algo de esto, no olvide incluir una serie de objetivos para que poco a poco la situación se normalice: Suplir las largas horas que pasamos fuera de casa con paseos y actividades para estimularlos y mantenerlos ocupados, ayudarles a combatir el aburrimiento con su juguete favorito. Recuperar una alimentación equilibrada tras los excesos del verano. Sí, sí, ¡ellos también se olvidan de la dieta en vacaciones! Si es posible, pídale a algún amigo o familiar que vaya a verle un rato mientras está fuera y por último como a todos, un extra de cariño siempre será bueno para ambos.

Si la cosa se pone difícil y le cuesta más de lo normal el que su perro vuelva a ser el mismo que cuando se fueron de vacaciones existen escuelas para perros. Un ejemplo de ello es «Perros al colegio» . Desde su página web aseguran que pretenden ser el mejor lugar para su compañero canino. Ellos ofrecen la máxima calidad y el mejor servicio. Para ello, desarrollan continuamente programas de actividades con el objetivo de ofrecer el bienestar y el aprendizaje de una manera saludable y amable.