Suerte por accidente... de coche

El suceso no asustó ni a los clientes habituales ni a los curiosos, que peregrinan hasta la cafetería donde se produjo el accidente. Su propietaria, Martina Blanco, no se puede creer todo lo sucedido. "La historia fue de boca en boca y ahora viene gente de toda España a comprar lotería para sus amigos", comenta. Algunos lo llaman karma, otros simple superstición, pero la realidad es que no son pocos los que creen que después de una catástrofe aparece la buena suerte.

El número que se vende en el establecimiento guarda también una curiosa coincidencia. El 42.259 que se vende en la cafetería Sil se divide en el '9', hora en la que se produjo el accidente, el '5', que fue el número de personas que se encontraban en el local en ese momento, y el '2', las personas que resultaron heridas. Algunos van más lejos y piensan que el '42' es, en realidad, un '24' al revés, el día en que se produjo todo.

La 'inesperada' lotera comenta que están desbordados ante las peticiones de clientes. "Ahora mismo tenemos a 78 personas en lista de espera , y no vendemos más a lo largo del día porque cierra la Administración y nos quedamos sin billetes", comenta Martina.

Todo comenzó la mañana del 24 de noviembre. Sobre las 9 de la mañana, un coche se empotraba contra el establecimiento , dejando heridos a dos clientes y a la propia conductora. El suceso, además, provocó el derrumbamiento de parte de la fachada de la cafetería. Pero no logró quebrar el reclamo publicitario que anunciaba la venta de lotería en la puerta del establecimiento.

La gerente comenta aliviada que los heridos ya han sido dados de alta, y no esconde su sorpresa ante la "avalancha" de curiosos . De hecho, tras cerrar la cafetería durante dos días para arreglar los desperfectos, Martina confiesa que temían que la gente tuviera miedo a sentarse en el lugar del accidente. Sin embargo, sucedió justo lo contrario. "El día que abrimos tuvimos la misma clientela de siempre, que nos dijo que no teníamos que preocuparnos por nada", recuerda.

El boca a boca entre vecinos y la publicidad que dieron los medios locales al publicar la noticia llamaron la atención de decenas de personas. "Vienen y comentan cómo pudo suceder el accidente", dice Martina. Muchos de ellos se llevan un décimo, pero los hay que compran hasta una tira , como hizo uno de los heridos, que espera tener fortuna en el sorteo de Navidad.

En la cafetería intentan ahora que su clientela habitual no se quede sin el número, mientras que la propia Martina dice que probará suerte con el 42.259 . La fortuna decidirá el 22 de diciembre si los supersticiosos tienen razón.