Las lluvias torrenciales causan al menos diez muertos en Italia

Durante poco más de un par de horas, en la noche del jueves al viernes, la tormenta descargó un tercio de las lluvias de todo el año: cayeron 400 milímetros de lluvia, la cantidad esperada para los próximos seis meses, según Protección Civil. En dos horas, el río Misa pasó de 21 cm a 5 metros. Se vivieron escenas apocalípticas: Casas inundadas de agua y barro hasta el primer piso, torrentes en las calles, coches arrastrados por las corrientes de los ríos desbordados, decenas de personas se refugiaron en los techos de las casas y en árboles para salvarse, explicaron los bomberos. Estos aluviones se relacionan con el calor extremo y la sequía registrados en los últimos meses, lo que hizo aumentar el riesgo de inundaciones potencialmente devastadoras.

El impresionante temporal de lluvias causó desprendimientos de tierra formando torrentes de agua y barro que arrasaron varias zonas y devastaron varios pueblos de la provincia de Ancona y el Alto Pesarese, en el límite con la región de Umbria, siendo los municipios más afectados, entre otros, Ostra, Trecastelli, Cantiano y Senigallia. La fuerza del temporal fue inesperada. Ninguna de las autoridades locales fue advertida. “Nos dijeron que solo habría alerta amarilla. Pero la lluvia arrasó todos los bares, la farmacia, los comercios y también algunas casas”, manifestó Natalia Grilli, teniente de alcalde de Cantiano, cuyo centro histórico ha sido arrasado.

Igualmente, el regidor de Senigallia ha comentado que nadie les había prevenido sobre el terrible aluvión: “No nos habían informado sobre las lluvias. No hubo ninguna alerta. Ante la gran cantidad de fango y desechos acumulados ante los puentes, temíamos que con el fuerte empuje del agua algunos pudieran ceder”.

Las autoridades reconocen que la ola de mal tiempo que azotó Las Marcas les cogió de sorpresa: "No se esperaba un temporal de estos niveles. El desbordamiento del río Misa, en particular, fue imprevisto y repentino. No hubo tiempo de intervenir. Algunas personas se encontraban en la calle o salieron sin darse cuenta del peligro", manifestó el consejero regional de Protección Civil, Stefano Aguzzi. “Hubo momentos de terror, con cantidades de agua realmente extraordinarias y peores de lo que se esperaba”, destacó el jefe nacional de Protección Civil, Fabrizio Curcio.

En la tarde del viernes, el primer ministro en funciones, Mario draghi, visitó la zona, para expresar su “profundas condolencias” a las víctimas, destinando cinco millones de euros “para las primeras necesidades”. En el municipio de Ostra, Draghi calificó como "un desastre" los efectos del temporal: "Italia tiene un problema hidrogeológico, que se afrontará con el Fondo de reconstrucción europeo".