Las lluvias y las inundaciones causan al menos 40 muertos en Corea del Sur
El Presidente, Yoon Suk Yeol, culpa a las autoridades de no haber seguido las normas de respuesta ante catástrofes
El «peligro silencioso» del «cambio climático subterráneo»: amenaza los cimientos de los edificios en las grandes ciudades
Equipo de rescate trabajando en el interior de un paso subterráneo que ha quedado sumergido las lluvias torrenciales
El Presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, culpó el lunes a las autoridades de no haber seguido las normas de respuesta ante catástrofes, mientras aumentaba a 40 el número de víctimas mortales tras días de lluvias torrenciales, entre ellas una docena ... de personas halladas muertas en un paso subterráneo sumergido.
Los diluvios han azotado el centro y el sur del país desde el jueves, cuando la temporada de lluvias, que comenzó a finales de junio, alcanza su punto álgido. El Ministerio del Interior también ha informado de nueve personas desaparecidas y 34 heridas en todo el país.
Doce muertos, entre ellos tres cadáveres hallados durante la noche, se produjeron en un túnel de Cheongju, 110 km al sur de Seúl, donde 16 vehículos, entre ellos un autobús, quedaron anegados por una riada el sábado tras el derrumbe de un dique fluvial. El incidente suscitó dudas sobre los esfuerzos de Corea del Sur para prevenir y responder a los daños causados por las inundaciones.
Algunos conductores que utilizan la carretera con regularidad culparon al gobierno por no prohibir el acceso al paso subterráneo a pesar de que se preveían inundaciones. Yoon, que acaba de regresar de un viaje al extranjero, convocó el lunes una reunión de respuesta a catástrofes y admitió que la situación había empeorado por la mala gestión de las zonas vulnerables.
«Desde el año pasado hemos insistido repetidamente en el control del acceso a las zonas peligrosas y en la evacuación preventiva, pero si no se mantienen sobre el terreno los principios básicos de la respuesta a catástrofes, es difícil garantizar la seguridad pública», dijo Yoon en la reunión.
Más de 900 efectivos para el rescate
Cerca de 900 bomberos, policías y militares participaron en la operación de rescate del paso subterráneo, utilizando embarcaciones, drones submarinos y otros equipos, según el Ministerio del Interior.
Seo Jeong-il, jefe de bomberos del oeste de Cheongju, declaró en una reunión informativa celebrada el lunes que, aunque continuaban las labores de búsqueda, no había indicios de más víctimas en los vehículos que quedaban en el túnel.
Personas atrapadas en el túnel por las inundaciones en Corea del Sur
Las inundaciones se han cobrado decenas de vidas en las últimas temporadas de lluvias, en las que los patrones meteorológicos se han vuelto más extremos. El año pasado, el gobierno se comprometió a tomar medidas para afrontar mejor las catástrofes provocadas por el cambio climático, después de que los aguaceros más intensos de los últimos 115 años azotaran Seúl, incluido el deslumbrante distrito de Gangnam, dejando al menos 14 muertos e inundando metros, carreteras y viviendas.
Yoon sobrevoló el lunes en helicóptero algunas zonas devastadas. Antes, pidió el máximo esfuerzo para rescatar a las víctimas y prometió apoyo a los afectados, incluida la designación de las zonas afectadas por las inundaciones como zonas especiales de desastre.
«El gobierno restaurará todo, así que no se preocupen demasiado», dijo Yoon tras reunirse con los residentes de Yecheon, en la provincia de Gyeongsang del Norte, una zona afectada por corrimientos de tierra en la que murieron 19 personas y ocho siguen desaparecidas.
La situación al otro lado de la frontera en Corea del Norte sigue sin estar clara, pero en las últimas semanas los medios de comunicación estatales han informado de fuertes lluvias y se han referido a medidas para proteger las cosechas en un país que ha sufrido una grave escasez de alimentos.
En una reunión informativa, el Ministerio de Unificación del Sur dijo que había pedido a Pyongyang que notificara a Seúl cualquier plan para liberar agua de su presa de Hwanggang. En 2009, el vertido de agua de la presa provocó inundaciones río abajo en las que murieron seis surcoreanos.
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