Llega el calentamiento súbito estratosférico que amenaza con romper el vórtice: así nos puede afectar

El experto explica que la predicción del comportamiento de la estratosfera es algo más sencilla que la de la troposfera, porque en ella no influyen significativamente obstáculos e irregularidades tanto orográficas como atmosféricas de la superficie, mientras que tampoco se producen movimientos verticales de las masas de aire.

Pero ¿qué es un calentamiento súbito estratosférico y por qué podría provocar la rotura del vórtice polar? ¿Cómo podría afectar esto a España en caso de que suceda?

El calentamiento súbito estratosférico es un fenómeno que se produce cuando se da una anomalía positiva de temperaturas en la estratosfera, provocada por una rápida subida. Esta puede llegar a calentarse más de 50ºC en apenas 2 o 3 días, de manera que puede llegar a alterar significativamente la circulación de vientos.

Aunque este fenómeno es algo más usual, los verdaderos problemas vienen cuando estas alteraciones se propagan hacia la troposfera, un evento que suele ser más insólito. Es en esta capa donde tienen lugar los fenómenos meteorológicos que nos afectan en nuestro día a día y, en caso de suceder, podrían dejar aire frío y borrascas en latitudes más bajas.

Esta alteración en la troposfera no se da siempre, pero, en caso de producirse, podría llegar a alterar el vórtice polar, cambiando así partes de su estructura siempre a medio plazo. Una de las variaciones más comunes que podría suceder es, por ejemplo, que los vientos del oeste pasaran a soplar del este.

Tal y como señala González, ahora este evento «se está traduciendo en una inversión de los vientos zonales del oeste que soplan en torno al polo norte». Parece que, por el momento, los cambios que están sufriendo no tiene ninguna influencia directa en la troposfera: «Sólo afecta a las masas de aire que se mueven por encima de los 30 km de altura».

Sin embargo, los expertos no descartan que estos cambios provocados por el calentamiento súbito estratosférico puedan ir propagándose a capas cada vez más bajas. Así lo reflejan las previsiones, que contemplan que estas puedan llegar, al menos, a los niveles más bajos de la estratosfera en las próximas semanas.

«Parece probable que puedan afectar a los niveles inferiores a los 100 hPa durante los últimos días del mes y comienzos de marzo», aseguraba González, que cree que no hay que descartar la posibilidad de que esta se transmita a la troposfera.

En caso de que esto suceda, las consecuencias podrían debilitar o incluso fracturar el vórtice polar troposférico, afectando considerablemente a parte de Europa. Este paradigma favorecería la aparición de anticiclones de bloqueo en latitudes altas y facilitaría también la llegada de masas de aire frío, provenientes del ártico, a nuestras latitudes.

Aunque aún es pronto para saber cómo podría afectar a España, lo cierto es que los principales efectos de esta rotura podrían congelar nuestro país, con la llegada de aire frío y borrascas durante las próximas semanas. Desde Meteored recordaban que «no necesariamente un vórtice polar debilitado tiene que suponer la llegada de masas de aire frío a la Península».