Los libros litúrgicos de las clarisas de Belorado, a la venta en un portal de segunda mano

Ahora le ha llegado el momento a los libros litúrgicos. Quién está detrás de la venta es el seminarista —a juzgar por sus redes sociales parece ser el único— del obispo sedevacantista brasileño instalado en Belorado, Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva. De hecho, Paulo Cavalcante, que así se llama, también vive en el monasterio y aparece en varias publicaciones con rictus serio y mirada perdida, ejerciendo como acólito en las celebraciones de la eucaristía 'vetus ordo' que el orondo obispo preside en la capilla principal del cenobio.

Cavalcante ofrece a través del portal milanuncios.com un «conjunto muy bonito y completo del 'Breviarium Romanum' de 1957, publicado por la editorial Marietti». Se trata de los cuatro volúmenes del breviario —el libro con los rezos que utilizan los sacerdotes y religiosos para sus oraciones diarias— y llama la atención que se trate de una edición previa al Concilio Vaticano II —del que reniegan las monjas y todos los obispos que las orbitan— y que incluya «el nuevo salterio del Papa Pío XII», el último válido para ellos, según explica la descripción que facilita el seminarista.

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El conjunto, en un excelente estado de conservación a juzgar por las fotografías, se ofrece por 1.000 euros, una cifra que puede parecer desproporcionada, pero muy por debajo del precio al que se venden por internet otros ejemplares similares (y con signos de estar más desgastados por el uso). Todo parece indicar que se necesita el dinero de forma urgente y que, como en casos anteriores, han intentado las exreligiosas —con el intento de venta del monasterio de Derio o las casullas— se ofrece por debajo de su precio real.

De hecho, desde su llegada a España, Cavalcante parece estar más empeñado en conseguir fondos para la obra del obispo sedevacantista que en su formación sacerdotal. Es él quien, el 26 de noviembre, inició una campaña de crowdfunding, también en internet, para la compra de una propiedad en Burgos en la que instalar el seminario San José «bajo la dirección de S. Exa. Revda. Obispo Rodrigo da Silva como Rector» y que contaría, «con un cuerpo docente formado por diversos sacerdotes, entre ellos los Padres Casas Silva y Matías Chimentón». No parece que tenga que preocuparse de la soledad de ser el único aspirante al sacerdocio en ese proyecto, porque de momento lleva recaudados 70 euros de los 194.000 previstos, un 0% del total a efectos de estadística, según el portal.

El pasado 5 de enero Cavalcante también pedía donativos en sus redes sociales, en este caso para continuar su «camino hacia el sacerdocio». En concreto, explica que tiene la «necesidad de adquirir nuevos materiales de estudio, libros y ropa, como la sotana, que son esenciales para el cumplimiento de mis deberes en el seminario». Unos gastos que «como seminarista, no puedo soportar solo», para lo que acompaña el post con dos cuentas, una en dólares domiciliada en Estados Unidos y otra en euros, de una entidad con sede en Bruselas.

A juzgar por el escaso éxito del crowdfunding, la insistencia en los donativos para el sostenimiento como seminarista y ahora la venta a un precio por debajo del mercado de los libros litúrgicos, la situación económica de los nuevos socios de las exreligiosas parece tan desesperada como la que generaron las exclarisas tras años de caótica gestión de los monasterios.

Aunque la publicación no aclara si los libros pertenecen o no al monasterio, y tampoco se muestran sellos o 'ex libris' que revelen su procedencia, tanto el lugar de venta, el propio Belorado, como los otros libros con los que aparecen en las fotos hacen pensar que pertenecen a la biblioteca monástica. Además, otro detalle que revela el seminarista en la descripción parece dejarlo todavía más claro. Según explica, «este conjunto incluye los oficios propios de la Orden de los Frailes Menores Conventuales (OFM Conv.)», es decir, la parte específica del rezo de las distintas órdenes franciscanas, como las clarisas, a las que ha pertenecido el monasterio desde hace siglos.

A juzgar por el excelente estado de conservación, esta edición de 1957 no debió ser utilizada durante mucho tiempo. Apenas cinco años después de ser editados, en 1962, ya iniciado el Concilio Vaticano II, el Papa Juan XXIII promovió una versión del breviario que, probablemente, relegó estos libros a la biblioteca. Aquellas clarisas sí parecieron seguir los dictados de la renovación eclesial de las que ahora reniegan las que sostienen ser sus herederas y, en la práctica, están dilapidando el patrimonio, tanto material como espiritual, que durante siglos han acumulado las Hermanas Pobres de Santa Clara en Belorado.