Latín 'a la catalana' y clases de «resistencia a la opresión» en los institutos de Cataluña

El nuevo currículo de enseñanzas obligatorias de Cataluña, que engloba las etapas de Educación Primaria, Educación Secundaria (ESO) y los ciclos formativos de grado básico, validado este martes por el Govern y que será publicado en breve en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC), prima el aprendizaje competencial y por proyectos y brinda la posibilidad a los docentes de «establecer ámbitos para impartir de forma integrada diferentes áreas y materias». También les concede horas de gestión autónoma para profundizar en las materias que quieran y reforzar proyectos, entre ellos el lingüístico, lo que algunos docentes interpretan como «una forma encubierta de aumentar la presencia del catalán».

En las instrucciones del Govern para la asignatura de Latín, se insta a los alumnos a 'valorar y argumentar el papel de la civilización latina en el origen de la identidad catalana y europea' y se ignora por completo la española en todo el argumentario. La materia, que se oferta en cuarto curso de ESO, pretende ser, según apunta el Govern, 'una aproximación específica a los diferentes aspectos de la cultura y la civilización latinas y su pervivencia en el presente, con especial referencia a la realidad lingüística, histórica y monumental catalana', centrando así su estudio únicamente al ámbito autonómico.

El nuevo material sobre el que trabajarán maestros y docentes este curso ignora por completo la sentencia del 14 de diciembre de 2020 del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que establece un 25 por ciento más de castellano, y en materia lingüística consagra, apelando a Ley de Educación de Cataluña (LEC) 12/2009, la hegemonía del catalán en las aulas, como «lengua normalmente utilizada como lengua vehicular y de aprendizaje en el sistema educativo». Invita, igualmente, a hacer del catalán, «dado el contexto multilingüe y multicultural», «la lengua de encuentro de la población escolar para construir en su entorno la cohesión social necesaria para el desarrollo de una comunidad integrada y solidaria» y subraya el «papel clave» de la escuela a la hora de dinamizar el uso social del catalán fuera de las aulas, una de las metas fijadas en el Plan Nacional per la Lengua, impulsado por el Govern en diferentes departamentos y que pretende extender la inmersión fuera del ámbito estrictamente educativo.

En sus consideraciones generales, el documento recuerda a los centros que 'el proyecto lingüístico debe concretarse a partir de la realidad sociolingüística del alumnado y el entorno' y hace especial hincapié en la necesidad de que los alumnos adquieran 'competencias pluringües', idea ésta última que contradice un objetivo clave del decreto: «Usar la lengua catalana en todos los contextos relacionados con los aprendizajes tanto formales como informales».

En las instrucciones de Primaria, el Govern insta a reforzar el sentimiento de «pertenencia a la comunidad lingüística y cultural catalana'» La redacción deja claro, por exclusión, cuál es la única comunidad lingüística y cultural en los centros catalanes. A juicio de Sonia Sierra, portavoz de Docentes Libres, «el nuevo currículum es una vuelta de tuerca más en la obra de ingeniería social que es para el gobierno separatista la educación». Sierra señala como «el colmo del cinismo que haya un epígrafe llamado 'calidad de la educación de las lenguas' cuando han hecho bandera de la prohibición de impartir ni tan solo una asignatura en español y cuando la lengua española tiene la misma consideración que una lengua extranjera».

En la misma línea que el currículo de Bachillerato, el de la ESO, «tiene una alta carga de adoctrinamiento», según denuncian historiadores consultados por este diario. En la asignatura de Historia se incluye el estudio de las 'identidades' y la 'resistencia a la opresión como derecho fundamental de los pueblos'. «Se instruye a los alumnos para reforzar su sentimiento de pertenencia a Cataluña y se les aleja de España», precisan. En el ámbito de las Matemáticas el nuevo currículo propone 'romper con las ideas preconcebidas de la materia' e introducir 'la gestión de las emociones' para mejorar el aprendizaje.

En consonancia con las directrices de la 'ley Celaá', la propuesta del Govern incluye también la posibilidad de que los alumnos obtengan el título de la ESO pese no haber logrado las competencias establecidas si el equipo docente considera que ello «no será impedimento para la continuidad formativa». Establece también que el paso de curso será automático en 1º, 3º y 5º de Primaria. Los centros tienen tres años para aplicar el nuevo currículo.