El juzgado admite a trámite la demanda de las exmonjas de Belorado en la que reclaman la propiedad de los monasterios

De hecho, el comunicado explica que también pretenden que el juzgado les reconozca «la plena validez y eficacia civil de la separación el día 8 de mayo de 2024 y de los acuerdos adoptados por los Capítulos conventuales de transformar las entidades religiosas en asociaciones, la ineficacia en España del nombramiento de comisario pontificio, y condene al arzobispo a cesar en toda actividad de representación y administración de las asociaciones demandantes».

Toda una serie de peticiones encaminadas a obtener tanto la propiedad sobre los monasterios como el control total de las actividades que desarrollan, lo que parece de nuevo demostrar su verdadera intención desde que el 13 de mayo anunciaron su cisma y dejaron de reconocer la legitimidad de los papas desde el Concilio Vaticano II.

De acuerdo al mismo comunicado, también manifiestan su confianza «en que la pronta conclusión de este proceso judicial, dejando al margen la disidencia religiosa, repondrá a las comunidades afectadas en el pleno goce de sus derechos legítimos, a fin de que las monjas puedan seguir consagradas al cultivo de la vida monástica en la clausura del cenobio, como lo han hecho siempre, libres de interferencias exteriores ajenas a su espíritu y fieles a los dictados de su conciencia».

Un planteamiento que contradice sus últimas declaraciones públicas, que hicieron en un comunicado emitido hace apenas diez días cuando su comparecencia ante el mismo juzgado de Briviesca para la vista del desahucio parecía inevitable, aunque fue aplazada más tarde. Entonces afirmaban que la compra del monasterio de Orduña y su salida del de Derio se debía a «hechos preternaturales» y nada tenía que ver con «cualquier trama inmobiliaria o capricho por adquirir más conventos».

Ahora, con la demanda presentada y admitida a trámite, las exreligiosas insisten en mantener la propiedad del monasterio de Derio, en el que según su propia versión, se producen fenómenos demoniacos como objetos que se mueven solos, llantos de niños y risas maquiavélicas, y en que algunas de ellas llegaron a ver la figura del demonio en algunas de las paredes y techos. Unos hechos que, según contaron, requirieron de varios exorcismos que resultaron infructuosos. Así, si la demanda que han presentado prospera, las exmonjas clarisas podrán disponer de la propiedad de esa 'morada del maligno'.