Por qué importa la salud del Papa
Llevamos días de conjeturas no sólo sobre su estado de salud sino sobre las causas y las consecuencias
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El papa Francisco
El jesuita Álvaro Lobo ha escrito esta semana un precioso artículo en la revista on line de pastoral de la Compañía de Jesús en el que recuerda que rezar es «amar más allá del espacio y del tiempo» y que la oración es un destello ... del ser católico. La oración por la pronta recuperación del Papa es nuestra forma de cercanía y acompañamiento. Francisco lleva ya nueve días hospitalizado. Jornadas de lógica incertidumbre sobre la salud de una persona de edad avanzada con un historial médico de episodios no inhabilitantes. Días de conjeturas no sólo sobre su estado de salud sino sobre las causas y las consecuencias. Conjeturas que en no pocos casos confunden los deseos con la realidad y que trascienden lo que está ocurriendo en la habitación del Hospital Gemelli para convertirse en proyecciones imaginarias sobre el futuro de la Iglesia y del papado.
No parece que sea lógico actuar como que no pasa nada. Tampoco como que estamos ante un episodio más sin importancia que se suma a los anteriores de marzo de 2023, noviembre de 2023, febrero de 2024 y junio de 2023. Ya se ve que el papa Francisco tiene una mala salud de hierro y una voluntad inquebrantable de mantenerse en el timón de la barca de Pedro sobreponiéndose a sus limitaciones físicas. Máxime en un momento en el que parece que se está configurando un nuevo mundo. La más alta responsabilidad que Dios transmite a un ser humano en este mundo es la misión del obispo de Roma. El papa, que encarna la institución del papado, no sólo es clave para la Iglesia, también lo es para el mundo y la historia. No olvidemos que en las instrucciones que el general Bonaparte le dio al director Gian Galeazzo Serbelloni de la República Cisalpina decía: «Este viejo ídolo será aniquilado. Así lo quieren la libertad y la filosofía (…) Es la voluntad del Directorio que, llegado el momento, el papa perezca por completo y su religión sea enterrada con él». Ha pasado desde entonces mucho tiempo y ya ven en qué estamos ahora ocupados.