Obituario

Formador, amigo y confidente de sacerdotes

José Antonio Álvarez Sánchez, obispo auxiliar de Madrid (1975-2025)

Ejemplo de cura fruto del pontificado de Juan Pablo II. Ha fallecido de un infarto a los 50 años

Formador, amigo y confidente de sacerdotes

ABC

02/10/2025 a las 03:43h.

Insistía el filósofo español Julián Marías que el hombre no es sólo biología, es biografía. Cuando a los cincuenta años se rompe un corazón por lo general le preguntamos a la biología, quizá debiéramos hacerlo a la biografía.

En la madrugada del miércoles, en ... horas muy tempranas cuando Madrid dormía, un infarto fulminante causó la muerte de uno de los obispos más jóvenes de la Conferencia Episcopal Española, el obispo auxiliar de Madrid monseñor José Antonio Álvarez Sánchez. A los pocos minutos, los teléfonos del clero de Madrid se convertían en atronadores mensajeros de una noticia que iba a desgarrar a la archidiócesis madrileña, que está viviendo este fallecimiento como si se les hubieran arrancado violentamente un miembro querido del cuerpo eclesial.

Monseñor José Antonio Álvarez Sánchez, nombrado obispo auxiliar en abril de 2024, era de los obispos auxiliares actuales del cardenal José Cobo quien había hecho toda su vida eclesial exclusivamente en esta Iglesia de la capital de España.

Don José Antonio, Pepe como le llamaban, le llamábamos, los que le conocían de antaño, fue el ejemplo del sacerdote fruto del pontificado de san Juan Pablo II. Testimonio de ese magnífico clero que hace singular, como pocas, esta Iglesia que peregrina en España.

Nacido en Madrid el 3 de agosto de 1975 estudió en la Universidad Eclesiástica San Dámaso. Se ordenó sacerdote el 18 de junio de 2000. Hombre de profunda vida interior, afable, de sencillo y directo trato, entregado sin límites al acompañamiento espiritual, en particular con los jóvenes, pisó el barro de los destinos primeros en la parroquia de Nuestra Señora de la Fuensanta, como capellán universitario en la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, profesor del Colegio arzobispal y, lo que sería relevante en su futuro, como eficaz secretario del entonces obispo auxiliar, monseñor César A. Franco, que en los tiempos del cardenal Rouco Varela fue el obispo que se encargaba directamente de la atención de los sacerdotes.

Monseñor Álvarez Sánchez estudió además en la Universidad Pontifica Comillas el Máster en Discernimiento Vocacional y Acompañamiento Espiritual. Eso hizo, entre otras razones, que monseñor Carlos Osoro se fijara en él, poco después de que llegara a la calle san Justo para sustituir al cardenal Rouco, y le nombrara en 2015 Rector del Seminario Mayor de Madrid. Por las manos de monseñor Álvarez Sánchez, antes también como formador del Seminario, han pasado las últimas generaciones de sacerdotes jóvenes, para quienes, una vez que se ordenaban, don José Antonio Álvarez se convertía en amigo y confidente.

Esta ascendencia moral en el clero joven de Madrid sumó para que monseñor José Cobo se fijara en él y le presentara como uno de sus primeros candidatos a que el Papa Francisco le nombrara su obispo auxiliar. Desde entonces, monseñor Álvarez Sánchez ha trabajado al servicio del cardenal Cobo con una ejemplar fidelidad, en espíritu de obediencia debida. Hoy nunca es más cierto aquello del Evangelio: «No sabéis ni el día, ni la hora». También para sus elegidos.