Italia impone un dispositivo que impedirá arrancar el coche si detecta niveles del alcohol
La nueva medida pretende frenar los conductores reincidentes con el alcohol. Plantean dudas su coste de 2.000 euros y un parque automovilístico envejecido
El Congreso avanza para que la tasa permitida de alcohol al volante roce el 0,0
El líder de Liga y vicepresidente del Consejo de Ministros de Italia, Matteo Salvini, interviene durante la cumbre 'Patriots', en Hotel Marriott Auditorium, a 8 de febrero de 2025, en Madrid
Llegan tiempos difíciles para los amantes de Baco en Italia que ya fueron descubiertos al volante con exceso de alcohol. El vicepresidente del Gobierno y ministro de Transportes, Matteo Salvini, ha firmado el decreto que instaura el uso del 'alcolock', el dispositivo ... que los reincidentes deberán usar en sus automóviles. Si el nivel de alcohol es demasiado alto, el coche no arrancará. Para poder encender el vehículo, el conductor deberá soplar en un alcoholímetro incorporado al dispositivo. Si el resultado del test no es «cero» en alcohol, el motor simplemente no se pondrá en marcha.
Algunos profesionales del sector del automóvil habían expresado sus dudas sobre esta medida ya introducida en el nuevo código de circulación, vigente desde el 14 de diciembre, comenzando por el precio, que rondará los 2.000 euros por coche. Ahora, el ministro Salvini le da la luz verde con un decreto que explica las características y las modalidades de instalación del dispositivo.
El 'alcolock' tiene como objetivo disuadir a los reincidentes. Debe instalarse en vehículos conducidos por personas condenadas con sentencia firme, por haber sido «cazados» con una tasa de alcohol en sangre superior a 0,8 g/l. Estarán obligados a llevar el dispositivo en el coche durante 2 años, tras la suspensión del permiso de conducir de 6 meses a 1 año.
Si la tasa de alcohol supera los 1,5 g/l, el dispositivo deberá instalarse por tres años, después de una suspensión del permiso de conducir de entre 1 y 2 años. Quien incumpla la obligación de instalar el dispositivo se arriesga a una multa de 158 a 638 euros, además de la suspensión del permiso de conducir de 1 a 6 meses.
Estas multas se duplican en caso de manipulación, alteración o ausencia del dispositivo. Si, además de no haber instalado el 'alcolock', el conductor es sorprendido nuevamente al volante bajo los efectos del alcohol, todas las sanciones se verán incrementadas en un tercio. Incluso, intentar eludir el sistema pidiendo a un tercero que sople en la boquilla puede acarrear sanciones tanto para el conductor como para el «cómplice».
Los críticos avisan de problemas de compatibilidad con la antigua flota de vehículos italiana, donde casi el 22% de los coches tienen más de 19 años
«El decreto -se lee en el comunicado del ministerio de Transportes- establece que el 'alcolock' puede instalarse en diferentes categorías de vehículos destinados al transporte de personas y mercancías, y debe cumplir con las normas de la legislación de la UE. Se prevén obligaciones específicas para los fabricantes, que deben proporcionar instrucciones detalladas de instalación, uso y mantenimiento.
Los instaladores autorizados desempeñarán un papel crucial, debiendo aplicar un precinto especial para evitar cualquier intento de manipulación. Durante los controles en carretera, el conductor deberá presentar la declaración de instalación y el certificado de calibración válido, sin necesidad de actualizar el documento único de circulación«.
A pesar del claro objetivo de la medida, su aplicación no ha estado exenta de críticas por parte de profesionales del sector. La Asociación Italiana de Peritos de Daños (AIPED) ha expresado su preocupación por posibles «problemas críticos» que podrían derivar en litigios y recursos por parte de los conductores. Argumentan, por ejemplo, que la instalación y el desmontaje del 'alcolock' no están contemplados como operaciones técnicas sujetas a inspección por parte de las oficinas de motorización civil.
Por su parte, la Federación de Mecánicos de Autos (Federcarrozzieri) ha señalado un problema de compatibilidad con la antigua flota de vehículos italiana, donde casi el 22% de los coches en circulación tienen más de 19 años. Esto podría hacer que la instalación del 'alcolock' sea técnicamente imposible en muchos de estos automóviles antiguos, generando un desafío considerable para su implementación generalizada. El tiempo dirá si esta medida, con sus luces y sombras, logra el impacto deseado en la reducción de accidentes y en la concientización de los «amantes de Baco» al volante.
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