El incendio de Portugal que lleva diez días activo nubla tres comunidades

En Castilla-La Mancha se sintió especialmente en la provincia de Toledo y Guadalajara. Allí, los vecinos se alarmaron también después de un verano en el que han sido varios los incendios a causa de las altas temperaturas y de la sequía que afecta a estas latitudes y a España en general.

Lo que ocurrió, según explican desde el Plan Infocam, es que la inversión térmica y el viento ha traído el humo y polvo en suspensión de los incendios forestales activos en Portugal, en Covilha y en el pueblo de Lajeosa de Raia, cerca de la frontera con España, a más de 300 kilómetros de distancia en el caso de Toledo y en Guadalajara también de los que se están registrando en Bejís (Castellón) y en el Moncayo (Zaragoza).

«Con el incendio en la frontera, a la altura de Cáceres y Salamanca, la entrada de vientos dominantes del oeste muy claros e intensos está ayudando a que se mueva el humo y sus partículas. Lo bueno es que el propio viento intenso las va a disolver y va a seguir arrastrándolas», explica a ABC el meteorólogo de la Aemet Marcelino Núñez. Para hoy, de hecho, se espera una jornada con vientos de componente norte, que evitará que vuelvan a producirse las escenas que alarmaron este martes a la población.

Después de un verano negro en la península, con miles de hectáreas quemadas, resulta curioso que haya sido el incendio de Portugal el que ha hecho acto de presencia en España. «La dirección del viento y la fuerza de aquellos momentos, a pesar de que había muchos focos activos, hizo que el humo no llegara a más ciudades, concentrándose en la zona del fuego», añade Núñez. En esta ocasión, explica, el viento ha encauzado el humo hacia Madrid, probablemente siguiendo la propia orografía del Tajo. Respecto a la calidad del aire, para este experto solo deberían preocuparse aquellas personas vulnerables, como los asmáticos.

En el caso de la provincia de Guadalajara, donde el humo fue más que visible, sí que se produjeron dos pequeños incendios en Gárgoles de Arriba y Mazuecos, que fueron rápidamente controlados y extinguidos. No obstante, la rapidez con la que se sofocaron hizo imposible que fueran la fuente del humo que tantas suspicacias marcó a lo largo de la mañana.

Los servicios de emergencia que trabajan desde hace más de una semana para extinguir el incendio del centro de Portugal, no dan por controlado aún el fuego y, de hecho, no descartan que en las próximas horas se abran «nuevos frentes».

Las llamas se iniciaron el 6 de agosto en la zona de Garrocho y se han extendido a otras áreas aledañas. «Es un incendio bastante activo, con grandes posibilidades de tener nuevas aperturas», explicó el comandante de Protección Civil, André Fernandes.

Más de mil efectivos participan en las tareas de extinción, que pasan por vigilar la evolución de los tres frentes que permanecen activos en Covilha, Guarda y Manteigas, según la cadena de televisión RTP.