Un incendio descontrolado en la isla de Creta obliga a evacuar a más de 5.000 personas

A pesar del trabajo sin descanso de los bomberos durante toda la noche, y del despliegue en la zona de los medios aéreos desde primera hora de la mañana, el fuego continua fuera de control, impulsado por los fuertes vientos que azotan la región y que, según informó el portavoz del Cuerpo de Bomberos de Grecia, Vasilis Vathrakoyanis, superan los 80 kilómetros por hora.

La situación es crítica en la localidad turística de Ierápetra, donde las llamas han alcanzado la costa, arrasando todo a su paso, incluidas viviendas y hoteles. Los fuertes vientos han propagado el fuego a la zona comprendida entre los pueblos de Ferma, Achlia y Agia Fotia, donde permanecen activos tres frentes.

Según el presidente de la Asociación de Hoteleros de Ierapetra y del sudeste de Creta, Yorgos Tzarakis, unas 5.000 personas han sido evacuadas de la zona, en su mayoría turistas extranjeros que se alojaban en los hoteles de la región y que han sido reubicados en polideportivos y en alojamientos de otras zonas de la isla.

En la zona trabajan actualmente 230 bomberos con 46 vehículos, 13 brigadas especializadas, drones y 10 helicópteros (uno de ellos de rescate) en labores de extinción. Debido a la magnitud del incendio y a las condiciones meteorológicas adversas, este jueves llegaron a la isla refuerzos desde la capital griega.

El primer gran incendio del verano comenzó el 22 de junio en la isla de Quíos. Según datos del satélite Copernicus, las llamas arrasaron más de 4.000 hectáreas de terrenos agrícola y zona habitadas, causando enormes pérdidas en la isla, cuya economía depende en gran medida de la producción de 'mashija', una resina extraída de un arbusto endémico de la isla y utilizada en productos gastronómicos de gran valor.

El 26 de junio, otro incendio calcinó decenas de hectáreas en la localidad de Palea Fokia, al sureste de Atenas. Desde ayer los bomberos intentan contener dos grandes fuegos en Grecia: uno en Creta y otro en la península de Halkidikí, en el norte del país. «Es un incendio muy complejo y aún está en curso», declaró a Reuters un responsable del cuerpo de bomberos bajo condición de anonimato, atribuyendo la dificultad de la operación a los fuertes vientos y al tipo de terreno. Las cadenas de televisión locales informaron que algunas viviendas resultaron dañadas. Hasta el momento, no se han reportado heridos.

Las autoridades habían ordenado previamente la evacuación de Achlia y tres asentamientos más en la zona. Unas 3.000 personas, que previamente habían evacuado sus aldeas, fueron trasladadas a refugios temporales, según informaron las autoridades locales.

A mediodía, las fuertes ráfagas de viento, llevaron el incendio hacia el oeste de la región de Lasithi y tuvieron que ser evacuadas otras cuatro localidades turísticas al oeste de la costa.

A primera hora de la tarde de este jueves se declaraba un incendio en la localidad de Rafina, a unos 33 kilómetros de Atenas. El fuego comenzó en una zona de arbustos pero, debido a las fuertes ráfagas de viento, rápidamente se propagó a zonas residenciales. Varios vecinos de la zona han tenido que ser evacuados.

Según las autoridades, el incendio se dirige hacia la localidad de Spata, donde está ubicado el aeropuerto internacional de la capital griega. Según la televisión pública griega ERT (por sus siglas en griego), el humo del incendio ha provocado retrasos en varios vuelos.