TURQUÍA Y SIRIA
De beber orina a tomar proteína de gimnasio: así aguantaron durante días los supervivientes del terremoto
Las temperaturas gélidas y el paso de las horas no han podido con algunos de los afectados de los seísmos que han sacudido estos países
Nueve días después de que un seísmo de magnitud 7,8 y sus réplicas azotasen el sur de Turquía y el norte de Siria, los equipos de salvamento continúan luchando contrarreloj para rescatar con vida al mayor número de afectados posible. Como en otras catástrofes, ... la capacidad de aferrarse a la vida supera las expectativas de los expertos, ya que, por lo general, el plazo medio de supervivencia sin agua ni alimentos en este tipo de desastres no supera los tres días.
Los terremotos de Turquía y Siria no han sido la excepción, ya que los rescates continúan más de una semana después del desastre que ya se ha cobrado la vida de más de 70.000 personas entre ambos países. Aunque el tiempo medio de supervivencia en estas condiciones varían dependiendo de factores como la edad, el estado de salud o la temperatura, en ocasiones, la naturaleza humana supera sus propios límites.
Es el caso del bebé que sobrevivió 65 horas bajo los escombros de la ciudad turca de Hatay, con el rostro pálido y con claros signos de hipotermia, o el de las dos hermanas adolescentes que aguantaron cien horas hasta que los bomberos consiguieron sacarlas a la superficie. Sin embargo, también hay casos donde el ingenio y la suerte suponen un factor diferencial.
El joven que ingirió su propia orina
Durante el centenar de horas que Adnan Mohamed aguantó bajo los escombros, las ganas de vivir le empujaron a beber su orina para mantearse hidratado mientas los rescatistas llegaban a su encuentro. El sacrificio le permitió reencontrarse con su familia, que le esperaba en la superficie y no pudo evitar la emoción al verle emerger de entre los escombros.
«Bebí mi orina para sobrevivir. Pude sobrevivir de esa manera gracias a Dios«, afirmó el joven cuando los rescatistas le transportaban a un centro sanitario para atenderle.
Los hermanos que sobrevivieron gracias a la proteína en polvo
Los hermanos Muhammed y Abdulbaki Yeninar fueron rescatados este martes después de aguantar más de una semana en las ruinas de la ciudad de Kahramanmaras en Turquía. Por fortuna, uno de los hermanos llevaba consigo proteína en polvo para complementar su actividad en el gimnasio, lo que les permitió consumir una cantidad de calorías suficiente para sobrevivir.
Asimismo, un agujero en el cemento sobre sus cabezas permitió que pudiesen respirar, según ha informado el diario turco 'Daily Sabah'.
Un dedo entre los bloques de hormigón
En el distrito de Jableh, al noroeste de Siria, Mohammad al Hamadi fue el único superviviente de su familia. El edificio donde antes vivían se desplomo sobre sus cabezas, dejándoles totalmente sepultados.
A pesar de las dificultades, el joven de 23 años consiguió asomar un dedo entre los escombros para que los equipos de rescate pudiesen sacarle a la superficie. «Tuvieron que agarrarme por el dedo para levantarme«, afirmó.
Los vecinos que salvaron a una joven de 16 años
El tiempo transcurrido, sumado a las gélidas temperaturas que se abaten sobre la región, convierten los rescates en algo cercano al milagro, como el de la joven turca Melda Adtas, encontrada viva 80 horas después del temblor.
La chica de 16 años quedó atrapada en una especie de pozo profundo bajo un edificio derrumbado en la ciudad de Antakya. Gracias al aviso de los vecinos que escucharon su débil voz, pudo ser hallada y salvada.
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«¡Que Dios os bendiga! ¡Que Dios os bendiga a todos!», exclamó llorando de alegría su padre mientras los equipos de rescate sacaban a su hija de entre las ruinas