La huelga de médicos, docentes y taxistas satura las urgencias y colapsa el centro de Barcelona

En el ámbito educativo, el seguimiento fue menor con impacto desigual en colegios e institutos (de un 7,7%, según la Consejería de Educación). Miles de docentes y sanitarios, un total de 16.000 según la Guardia Urbana, reclamaron al unísono en sendas protestas por las calles de la capital catalana «una educación y una sanidad pública de calidad». La guinda al primer día de paro social contra la Generalitat la pusieron los taxistas con una multitudinaria protesta secundada por unos 2.000 vehículos (900 según la Guardia Urbana) que desde las diez de la mañana y durante cuatro horas cortó una de las principales vías de acceso a Barcelona, colapsando el centro de la ciudad.

Los taxistas decidieron, no obstante, «dar una tregua al Govern» y desconvocaron las protestas que habían fijado para la próxima semana al aceptar la Generalitat parte de sus reivindicaciones. La huelga indefinida de los letrados de la Administración, de ámbito estatal pero que coincidió con el paro social en Cataluña, hizo que se suspendieran unos 1.000 juicios, según precisaron fuentes del sector.

En el marco del paro sanitario, algunos hospitales como el Clínic de Barcelona amanecieron con las urgencias desbordadas por la acumulación de pacientes con cuadros de infección respiratoria, según precisaron a ABC fuentes sindicales del hospital. Portavoces de CGT en el centro, uno de los de referencia de la red sanitaria concertada, denunciaron que «dada la precaria situación de las plantillas y la falta de recursos humanos, la imagen de las urgencias ha sido de desbordamiento porque la plantilla actual ya es de servicios mínimos». En el Hospital del Mar de Barcelona y en el Vall d'Hebron la situación era también de saturación como en los últimos días «quizás algo peor», según matizaron portavoces de los trabajadores.

En la manifestación de facultativos, que congregó a unas 9.300 personas, según la Guardia Urbana, el secretario general de MC, Xavier Lleonart, advirtió en declaraciones a los medios de que «la sanidad se va al garete». «El médico está enfadado y harto», dijo Lleonart y calificó el primer día de paro como «un éxito rotundo».

El sindicato mantiene la huelga para hoy después de que el martes por la noche, no zanjara un acuerdo con la Consejería de Salud, que les emplazó a un nuevo encuentro para mañana. La huelga en las escuelas tuvo menos impacto. Muchos colegios e institutos abrieron con normalidad, con servicios mínimos que obligan a un docente por cada tres aulas. Para muchas familias llovió sobre mojado, ya que los profesionales del sector educativo cerraron el curso pasado con un agitado calendario de movilizaciones. Algunos padres acusaban de «oportunistas» a los docentes. «Se han enganchado a las protestas pero sus condiciones no son ni de lejos las mismas que los sanitarios», denunció un padre. Sonia Griñán, madre de una menor de 17 años de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) que ayer no fue al instituto, considera «una vergüenza que los profesores vuelvan a la huelga. Son unos oportunistas. Mi hija no puede perder más clases». La manifestación de los docentes, convocada por Ustec·Stes, CC.OO., la Intersindical-CSC, CGT, UGT, Aspepc·Sps y los sindicatos de la Mesa Sindical de Salut, llevó a unas 6.600 personas, según la Guardia Urbana, ante el Parlament.

Las huelgas del sector sanitario se expanden por todo el país. En Castilla y León, CSIF convocó concentraciones para la próxima semana en hospitales y centros de salud para denunciar el «caos sanitario» que, a su juicio, vive la comunidad y que «repercute en los pacientes». Según explicó ayer el sindicato, la situación «es límite» con «colapso» en Urgencias y «saturación» en Atención Primaria, informa Miriam Antolín. Por otro lado, el Sindicato Médico Andaluz (SMA) desconvocó ayer 'in extremis' la huelga en Atención Primaria para mañana tras llegar a un acuerdo con el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Diez de la mañana en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, uno de los centros sanitarios más importantes de Cataluña. Poco personal médico en comparación con el habitual y menos afluencia de pacientes en las salas de espera y en los mostradores para programar visitas. «Me parece que hacemos pocas huelgas porque la sanidad, en general, se está deteriorando y no hacemos nada para impedirlo», explica Germán, enfermero en el Vall d'Hebron. No cree haya mejoras sustanciales en sus condiciones tras esta convocatoria porque, en su opinión, «no hay presupuesto para acometerlas». María Dolores, otra enfermera del centro, denuncia que «cada vez la carga de trabajo es mayor y somos menos personal por lo que o ellos se ponen las pilas o había que ir a la huelga». Además, explica a ABC la fuga de talento hacia otras capitales europeas por los bajos salarios. «Los compañeros se van a Londres o a París porque pagan mejor que aquí», sentencia la enfermera.