¿Hubo soplo en el Nobel de Medicina?
Un prestigioso diario publicó el nombre de Robert Edwards como ganador del premio horas antes de que se hiciera público
CARMEN VILLAR MIR
El anuncio del Premio Nobel de Medicina 2010 da el pistoletazo de salida a la Semana Nobel. Una semana en la que los focos de la atención internacional y nacional se centran en el reino nórdico de Suecia. Como cada año, el mundo científico, político ... y cultural espera conocer los nombres de los premiados en las diferentes disciplinas: Medicina, Física, Química, Paz, Literatura y Economía. Unos nombres que permanecen en el más grande de los secretos hasta que los respectivos secretarios permanentes de los Comités Nobel los anuncian con gran solemnidad ante los medios. Pero ese hermetismo, que forma parte importante del «concepto Nobel» parece que no lo ha sido tanto en esta ocasión.
De acuerdo con el prestigioso diario Svenska Dagbladet , en esta edición ha habido «soplo». Ese rotativo anunciaba que el Comité Nobel del Instituto Karolinska iba a conceder el famoso galardón al «Laboratorio de la vida» y al británico Robert Edwards , descubridor del método con aplicación clínica que ha hecho posible la concepción IVF, in vitro. Edwards, de 84 años, que ha permanecido activo en la Universidad de Cambridge, presentó en 1968 junto a Patrick Steptoe, sus métodos para poder concebir los óvulos de la mujer fuera del cuerpo. Durante años trabajó contra viento y marea y se vio incluso obligado a abrir un pequeño laboratorio y hospital en las afueras de Cambridge. Ese rechazo de la comunidad científica terminó con alabanzas cuando el 25 de julio de 1978 nació la pequeña Louise Joy Brown, primer bebé mundial concebido en vitro. Desde entonces alrededor de 4 millones de niños han venido al mundo gracias a ese método que hoy ha sido reconocido con el Premio Nobel.
Desde que el diario salió a la calle y publicó la noticia en su edición de internet, las radios y televisiones especulaban sobre las reacciones de los dignos miembros del Comité del Karolinska y si estos intentarían a última hora cambiar su veredicto para no descubrir que hay un «traidor» entre ellos.
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