Un hombre se infecta de la mortal 'ameba comecerebros ' en un lago de EE.UU.

Según informa a la CNN el Departamento de Salud Pública de Iowa, la playa «estará cerrada temporalmente para los nadadores«, hasta que se analicen muestras para entender como es posible que el hombre se haya infectado con este pequeño organismo.

La 'ameba comerebros' es llamada así popularmente porque al entrar en un cuerpo puede causar una rara infección en el cerebro que es potencialmente mortal llamada meningoencefalitis amebiana primaria. Antes de un paro cardiaco, puede provocar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, fotofobia, alteraciones sensoriales, síntomas de irritación meníngea y coma.

Para luchar contra esta enfermedad los antibióticos no sirven, se suele usar una sustancia antiparasitaria llamada miltefosina para tratar a los pacientes. Geográficamente esta repartida por todo el mundo. En 2018, este medicamento fue el responsable de salvar a una niña española que se había infectado en un balneario de Torrijos (Toledo).

Aun así el pronostico es muy malo, solo un 2% supera la presencia de este raro microorganismo. El tratamiento precoz es importante para maximizar las posibilidades de supervivencia. De los 300 casos conocidos en el mundo, solo siete sobrevivieron.

Uno de los casos más recientes es el de un niño en el norte de Texas que murió después de contraer la rara ameba en un parque acuático. En 2020, otro niño de 6 años en Lake Jackson, también Texas, murió después de la exposición al organismo que se encontró en el agua de la fuente en la que el pequeño había jugado.

Entre 2009 y 2018 solo se informaron 34 casos en Estados Unidos, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades.

La infección no es contagiosa y no puede ser causada por tragar agua contaminada. Este protozoo, cuya vida en aguas dulces oscila entre dos y cinco días, ingresa en el cuerpo a través de las fosas nasales. Habita en aguas contaminadas y sobrevive a temperaturas muy altas (entre 45 a 50 grados). Se puede encontrar en lagos, embalses, manantiales, piscinas, corrientes termales o en el propio alcantarillado.