Hijo de Agustín o hijo de Ignacio... Hijos de la Iglesia
A lo largo de la historia del pontificado han sido 34 los Papas que han pertenecido a dos decenas de órdenes religiosas diferentes. Benedictinos y agustinos, los más representados
Quiénes son los agustinos, la orden del nuevo Papa León XIV: su regla, la vida en comunidad y el «camino» en la búsqueda de Dios

Un agustino ha sido elegido sucesor de Pedro, siendo jesuita su predecesor. Se trata de una cierta singularidad en la Historia del papado. Antes de Francisco, hay que remontarse a Gregorio XVI, mitad del siglo XIX, para encontrar a un Pontífice elegido entre ... el 'clero regular'. Esta denominación comprende a los miembros de una comunidad religiosa que se rigen por una 'Regla' -de ahí su nombre-, que profesan los votos de pobreza, castidad y obediencia, reconduciendo ésta a quien hace cabeza en su congregación. Por el contrario, el clero secular es el que vive en el 'siglo' -del latín 'saeculum'-, con el significado de estar en medio del mundo. Es el 'clero diocesano' y la obediencia es a su Obispo.
En la Historia, han sido treinta y cuatro los Papas pertenecientes a veinte órdenes religiosas, siendo los benedictinos, con diecisiete, los más numerosos, seguidos de los agustinos que, con León XIV, es el primero desde que se fundó la Orden.
En este cónclave había treinta y tres cardenales de diecisiete familias religiosas, que encarnaban la riqueza y pluralidad de orientaciones pastorales en 'la barca de Pedro'. Así se encarna, con la perenne actualidad de la 'Tradición', lo expresado por San Pablo, que enumera hasta veinte carismas -derivado del latín 'charis', que significa gracia-. Todos son fruto de la acción del Espíritu Santo y se otorgan para el bien de la Iglesia.
Si nos preguntamos qué consecuencias puede tener que un Pontífice provenga de un particular carisma institucional, la contestación es dual. Por una parte, conforme a la célebre máxima orteguiana «Yo soy yo y mis circunstancias», el «yo» se completa con la constelación de personas que nos han influido, las convicciones asumidas y las experiencias vividas. Nadie, al revestirse de pontifical, puede dejarlo todo 'en el perchero'.
Pastor universal
Ahora bien, quien asume el ministerio petrino se transforma en Pastor universal del Cuerpo místico de Cristo y debe actuar como su vicario, guiando la plural grey confiada, de acuerdo con el mandato de Jesús a Pedro: «Apacienta mis ovejas» (Jn 15, 17).
Existe pues un 'carisma del primado' que el Espíritu concede a todo Papa, inspirándole la defensa del Credo y la acción evangelizadora. Todo traspasado por la caridad, el don más sublime, que le convierte en «siervo de los siervos de Dios».

Papas por órdenes religiosas
Número de Papas por orden
17
2
Benedictinos
Cistercienses
1
4
Dominicos
Agustinos
4
1
Franciscanos
Jesuitas
Otras o desconocidas
30
60
90
120
150
180
210
240
267
León XIV
Orden de San Agustín
«Un solo corazón y una sola
alma dirigidos hacia Dios»
San Agustín
de Hipona
(354-430)
La Orden de San Agustín
fue reconocida oficialmente
por el Papa Inocencio IV en
1244 en Roma
Su carisma se centra en la
vida comunitaria, la
búsqueda de la verdad, la
interioridad espiritual y el
servicio pastoral
El escudo de la orden
incluye un corazón
ardiente cruzado por
una flecha
Actividades: trabajo
pastoral, misiones,
educación, trabajo
teologal y apostolado social
2.800
1.900
Religiosos
Sacerdotes
Hábito
Capilla negra
hasta los codos con capucha: Simboliza la obediencia, recordando la disposición de seguir la voluntad de Dios
Sayal negro:
Representa la
pobreza, ya que es
una vestimenta
simple y modesta
Correa de cuero:
Representa la
castidad y la devoción
a Nuestra Señora de
la Consolación
Presencia de
agustinos en el mundo
América
20 países
Europa
11 países
Asia
5 países
África
6 países
Oceanía
2 países
Fuente: Agustinos y Reuters
ABC / JdVelasco, Marcos Jiménez y J.Torres

Papas por órdenes religiosas
Número de Papas por orden
1
17
4
4
2
1
Benedictinos
Agustinos
Franciscanos
Dominicos
Cistercienses
Jesuitas
Otras o desconocidas
30
60
90
120
150
180
210
240
267
León XIV
Orden de San Agustín
«Un solo corazón y una sola alma dirigidos hacia Dios»
San Agustín
de Hipona
(354-430)
El escudo de la orden
incluye un corazón
ardiente cruzado por
una flecha
La Orden de San Agustín
fue reconocida oficialmente
por el Papa Inocencio IV en
1244 en Roma
Actividades: trabajo
pastoral, misiones,
educación, trabajo
teologal y apostolado
social
Su carisma se centra en la
vida comunitaria, la
búsqueda de la verdad, la
interioridad espiritual y el
servicio pastoral
2.800
1.900
Religiosos
Sacerdotes
Hábito
Capilla negra
hasta los codos con
capucha: Simboliza la
obediencia, recordando
la disposición de seguir
la voluntad de Dios
Correa de cuero:
Representa la
castidad y la devoción
a Nuestra Señora de
la Consolación
Sayal negro:
Representa la
pobreza, ya que es
una vestimenta
simple y modesta
Presencia de agustinos en el mundo
Europa
11 países
Asia
5 países
África
6 países
América
20 países
Oceanía
2 países
Fuente: Agustinos y Reuters
ABC / JdVelasco, Marcos Jiménez y J.Torres
León XIV es el primer Papa que lee su alocución el día de la elección; los tres anteriores la pronunciaron sin guion escrito. Hasta Juan Pablo II, los Papas solo impartían la Bendición 'urbi et orbi'. Juan Pablo I quiso dirigir algunas palabras, pero se lo desaconsejaron y 'obedeció'.
Recordemos distintos rasgos de agustinos y jesuitas, con algunas referencias a ambos Papas. No trato en absoluto, de contrastar, sino solo de exponer en paralelo.
Tres mil miembros
León XIV recordó, el primer día, que es hijo de San Agustín. Su orden cuenta hoy con cerca de 3.000 miembros presente en 47 países. Su triada carismática principal es: misionera, educativa y hospitalaria. Los dos primeros los encarnó Prevost durante décadas, pues hasta 2023 no se incardinó en la Curia vaticana. Así, conmovido, se dirigió en español a su amada diócesis peruana de Chiclayo. Y terminó rezando una avemaría con ocasión de la Festividad de la Virgen de Pompeya, devoción muy extendida en Italia.
Francisco, en su primera alocución, rezó por el Papa emérito Benedicto y dijo: «Comenzamos obispo y pueblo... un camino de fraternidad... Y ahora... antes de que os bendiga, os pido yo la bendición».
En su 'Discurso a la Compañía de Jesús', en 2016, afirmó: «Caminar juntos -libres y obedientes- yendo a las periferias... y buscando la Gloria de Dios. El jesuita está llamado para discurrir y hacer vida... donde se espera más servicio de Dios y ayuda de las almas... Para la Compañía, todo el mundo le ha de ser casa».
Los jesuitas son la mayor Orden del mundo, con más de 14.000 miembros en más de 110 países. Sus principales carismas son misional, intelectual y educativo. Se adaptan a los cambios y poseen un extraordinario sentido organizativo. Entre sus eminentes teólogos contemporáneos destacan Henri de Lubac, Pierre Teilhard de Chardin, Karl Rahner y Hans Ursvon Balthasar.
Primeros seguidores
Los primeros seguidores de San Agustín fueron sus contemporáneos, pero hasta el siglo XIII no se funda la Orden. En sus inicios, prevalecía una vida, en parte, ermitaña. La Compañía de Jesús nace en 1534, con una promesa de Ignacio, y sus seis primeros seguidores, realizada en la capilla de Montmartre, en París. Pretendían predicar en Tierra Santa, pero al no ser posible por la guerra contra el Imperio turco, van a Roma a pedir la aprobación papal, que les concede Pablo III. A los tres votos corrientes unen un cuarto de obediencia al Papa, que no lo tiene ninguna otra Orden. La causa puede encontrasen en su fundación a raíz de la Reforma protestante, promovida por Lutero, que era agustino y cuestionó dicha obediencia. Este cuarto voto, en ocasiones, se interpretó como que les excluía de asumir el Papado.
La fe cristiana de san Agustín, recibida de su madre, santa Mónica, se ahogó en Cartago cuando descolló por su soberbia capacidad retórica y su irreprimible deseo de profundizar en la filosofía y buscar la verdad. Defendió, con ardor, el maniqueísmo, que propugnaba la lucha entre el bien y el mal, negando la libertad humana. Con el encargo de luchar contra el influjo del obispo Ambrosio, llegó a Milán. Le escuchaba para desentrañar sus incongruencias y aporías, pero relata que una 'mano invisible' -con la oración y las lágrimas de su madre- le condujo a la 'bondad' de Ambrosio para llevarle a Dios. Fue una verdadera 'metanoia', un cambio radical. Agustín afirma descubrir que la verdad, que tanto anhela, no es un pensamiento sino una persona, Jesús.
Desde ese hallazgo 'tumbativo' deben interpretarse dos de sus más maravillosas afirmaciones: «Nos has hecho, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti»; y «Ama y haz lo que quieras». La paz que arrojan estas esenciales convicciones es la que ha proclamado León XIV en su primera bendición 'urbi et orbi': «La paz sea con vosotros... Dios nos quiere, nos ama a todos y el mal no prevalecerá». La transformación espiritual de San Ignacio se opera por una herida sufrida en batalla y por lecturas de vidas de santos en la convalecencia. Decide dedicar su vida a la imitación de Cristo y ayudar a las almas.
'Confesiones' y 'Los ejercicios espirituales'
La Orden agustina está marcada por la excelsa obra de las 'Confesiones', escrita como un fascinante examen de conciencia en el que Agustín da alabanza a Dios. La obra fundamental de los jesuitas es 'Los ejercicios espirituales'. Son un método de oración programado para cuatro semanas. El 'ejercitante' medita sobre el pecado, la vida, pasión y resurrección de Jesús para guiar su mente y todas sus acciones hacia Dios.
MÁS INFORMACIÓN
Agustín, arrebatado por su conversión, escribe: «Tarde te amé... Estabas dentro de mí y yo fuera. Allí te busqué... Me llamaste, y Tu grito rompió mi sordera; destellaste, y Tu esplendor disipó mi ceguera… Me tocaste, y ardí en deseos de Tu paz ('Confesiones' X, 27,38)».
Ignacio, con análoga pasión, exclama: «El hombre es criado para alabar... y servir a Dios; y las criaturas para que le ayuden a ello. De donde se sigue, que ha de usar... o quitarse de ellas, cuanto le ayuden o impiden... en tal manera que no queramos más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta…» ('Ejercicios Espirituales', 23).
Francisco, como jesuita, ha estado 'inculturado' en su tierra, siendo muy pragmático, con fuerte compromiso social y ha pretendido la reforma de las estructuras eclesiásticas. Quizás León XIV, como agustino, trate de lograr el equilibrio entre gobierno y participación, entre tradición y diálogo.
En todo caso, Dios dirá. Y a nosotros, los católicos, nos toca amarle, escucharle y encomendarle.
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