Greta Thunberg en Alemania: «Esto parece Mordor»
La activista climática sueca ha lanzado un agresivo discurso contra el partido político alemán Los Verdes
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Iniciar sesiónAnte una gran manifestación con más de 10.000 participantes en las inmediaciones de Lutzerath, Greta Thunberg ha lanzado un agresivo discurso contra el partido político alemán Los Verdes, que forma parte de la «coalición semáforo» de Olaf Scholz junto a socialdemócratas y liberales, ... y ha acusado a sus líderes de haber pactado con la industria energética pasos atrás en la reducción de emisiones contaminantes.
«Realmente esto se parece a Mordor«, ha dicho, en referencia a la saga de 'El señor de los anillos' de Tolkien, en la que Mordor es el reino y la base del malvado Sauron, »el hecho de que los Verdes hagan compromisos con tales empresas muestra dónde están sus prioridades«. »He estado aquí antes y entonces era completamente diferente«, ha recordado sus anteriores viajes a Alemania, »es muy triste verlo, es un lugar muy diferente ahora«.
Thunberg ha participado en la marcha, a la que han acudido numerosos automóviles y autobuses cargados de manifestantes desde diferentes ciudades alemanas y de los Países Bajos. Los trenes de Colonia y Mönchengladbach se retrasaron porque estaban abarrotados y varias de las carreteras de acceso han sufrido colapsos. Después de la arenga de Thunberg, un portavoz sobre el escenario ha llamado a los manifestantes a «avanzar sobre Lutyerath y volver a tomar el pueblo». «¡No permitáis que la policía lo impida!», ha sido la última consigna antes de dar inicio a la marcha.
Mientras muchos se limitaban a hacer música y mostrar pancartas a favor del clima, otros encendieron bengalas rojas y verdes y otros comenzaron a arrojarlas contra los policías. Cuando la masa se ha abalanzado contra los agentes, algunos de ellos han utilizado las porras para liberarse. Varios enmascarados han lanzado piedras y botellas, dando lugar a los primeros enfrentamientos.
El jefe de policía de Aquisgrán, Dirk Weinspach, se mostró «consternado» por estos comportamientos y advirtió en vano contra los intentos de penetrar en el poblado de Lützerath o en la mina a cielo abierto Garzweiler II. En las redes sociales se sucedían las llamadas a «abrirse paso» a través del cordón policial y el responsable policial insistió en que «evitaremos eso con todos los medios a nuestro alcance, de manera que solo puedo esperar que no llegue el caso, porque de lo contrario tendremos imágenes muy desagradables».
La policía había advertido además que el área de minería a cielo abierto y el borde de demolición son particularmente peligrosos debido a las lluvias de los últimos días. «Hay un riesgo agudo de resbalar», escribieron los servicios de emergencia en Twitter. Pero ninguno de estos mensajes hizo mella en los manifestantes más radicales, inflamados sus ánimos por varios días de retransmisión en directo de la operación policial de desalojo de Lutzerath y dispuestos a emular a los ocupas que, a estas alturas de la semana, se han convertido en nuevos héroes juveniles en Alemania.
Los menos de cien habitantes de Lutzerath abandonaron el pueblo hace meses, después de que la empresa RWE les pagase las correspondientes indemnizaciones, antes de disponerse a demoler las casas para ampliar la mina de lignito, como resultado de un acuerdo al que ha llegado con el Estado alemán, ansioso por obtener nuevas fuentes y superar así la crisis energética que atraviesa el país por la falta de suministro del gas ruso.
Por orden de los tribunales, la policía ha sacado esta semana del poblado a unos 470 activistas, de los cuales 320 personas abandonaron el lugar voluntariamente. Todavía quedan unas 15 «estructuras de resistencia», incluidas casas en los árboles y cobertizos, informa un portavoz de los servicios de emergencia.
Hoy en la manifestación se seguían multiplicando las consignas: «No dejes que la policía te detenga, somos poderosos». «Estamos del lado de la justicia. No dejaremos que este sistema represivo nos detenga». «Detengamos esta mina. Haz lo que creas que es correcto». La policía cuenta con perros y cañones de agua junto a la doble valla que protege la mina de lignito, aunque al cierre de esta edición no había hecho uso de ellos para disuadir a los manifestantes.
Desde el gobierno, el ministro verde de Economía y Clima, Robert Habeck, ha insistido en que «Lutzerath es el símbolo equivocado» de la protección del clima y ha defendido su política, alegando la necesidad de proporcionar urgentemente fuentes de energía a los hogares y a la industria.
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