Más 70.000 rayos caen sobre Suiza durante una gran tormenta que ha asolado varios pueblos
Las fuertes lluvias han sepultado pueblos y cultivos obligando a evacuar a los residentes, especialmente en la región de Briezn
Al menos once muertos y decenas de desaparecidos por el colapso de un puente en China por una riada
Corresponsal en Berlin
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Iniciar sesiónDurante semanas, el sol ha estado calentando el aire alpino, con temperaturas que en ocasiones han superado los 35 grados. La tormenta que ha seguido a esas altas presiones ha dejado caer sobre el territorio suizo más 70.000 rayos. «Era como si se ... estuviese acabando el mundo», describe Helga, turista alemana que pasaba sus vacaciones haciendo senderismo en los Alpes «la noche entera se iluminaba y no dejaba de caer agua torrencial, temimos por nuestras vidas y nos refugiamos en una casa particular en la que nos abrieron la puerta».
Las autoridades de protección civil apenas han tenido tiempo de reaccionar. Las fuertes lluvias, que se presentaron de improviso, han causado inundaciones, deslizamientos de tierra y flujos de escombros. Especialmente alrededor del lago de Brienz, a unos 75 kilómetros al sureste de Berna, se desarrollaron varias células de tormenta que han sepultado pueblos y cultivos.
Algunos pequeños ríos se han transformado en torrentes. El Milibach, habitualmente con una corriente insignificante, se ha desbordado y arrastrado escombros y madera procedentes de mayores alturas y que se precipitaron por las calles. «Estábamos en casa y veíamos pasar por la ventana un río de barro que se lo llevaba todo por delante a su paso» relata también el alcalde de Grindelwald, en el Oberland bernés, cuya estación de tren también ha quedado inundada por el barro y ha dejado incomunicado el pueblo. Unas 70 personas fueron llevadas a un lugar seguro como medida de precaución porque sus casas estaban amenazadas de inundación.
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J. M. J.Destinará 571.000 euros a un colector en la calle Juan Manuel de Aréjula
Según la dirección regional de Alto Brienz (RFO), no hay personas desaparecidas. El aeropuerto de Zurich se ha visto obligado a desviar dos docenas de vuelos. Las conexiones ferroviarias y marítimas con Brienz han quedado interrumpidas y algunos pasos de montaña han quedado también cerrados. Las autoridades están estableciendo rutas alternativas.
Una de las situaciones más peligrosas se ha producido a causa de un desprendimiento de rocas sobre la Axenstraße, en el lago de Lucerna, en el centro de Suiza. Esta carretera discurre directamente debajo de un macizo rocoso en la parte sur del lago y a lo largo de su orilla. Los sistemas de monitoreo habían indicado previamente movimientos en el terreno, por lo que el cantón de Uri ya había cerrado la vía por precaución. La Oficina Federal de Carreteras (Astra) está inspeccionando los posibles daños desde helicóptero, pero ni siquiera ha sido posible todavía hacer un balance de daños.
Los residentes conmocionados
Las masas de lluvia y barro han anegado el Mühlebach, en la montaña Rothorn, y obstruido los desagües. El río se desbordó, y con él las rocas y los troncos de los árboles retumbaron en pendiente hacia el pueblo. En el distrito de Aenderdorf, las casas quedaron parcialmente sepultadas por los escombros y el deslizamiento de tierra. Ventanas y puertas han quedado destrozadas y los pisos inferiores sepultados. Los aproximadamente 500 residentes de este idílico pueblo en el lago Brienz están conmocionados. No ha habido víctimas, pero será muy difícil la recuperación de las casas.
«Ni siquiera sabemos lo que cubrirán los seguros y de momento hemos quedado en la calle» ha lamentado uno de los setenta residentes que las autoridades habían puesto a salvo. «Es difícil imaginar lo que habría pasado si no hubiéramos tenido las medidas de protección contra inundaciones que habíamos construido en los últimos años», dijo el presidente del consejo municipal, Peter Zumbrunn.
Hace solo unos años, se construyó un estanque de recogida para la carga de la montaña sobre el pueblo en el Mühlebach. Sin embargo, se llenó en muy poco tiempo y no ha servido de protección cuando, según el servicio meteorológico MeteoSwiss, un tercio de la cantidad de lluvia que se espera para todo un mes de agosto cayó en la región en una hora. De acuerdo con las estimaciones del radar, hasta 80 litros por metro cuadrado. Como resultado, los escombros y el lodo se derramaron en las calles. La carretera principal y las vías férreas también quedaron parcialmente enterradas. Los autobuses de reemplazo siguen rutas alternativas hasta nueva orden.
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