¿Dónde está Gladis negra? La ausencia de la orca en los incidentes con barcos alienta la idea de una moda pasajera

Por ahora, sin embargo, es una hipótesis. Necesitan más datos y más imágenes de los barcos que se encuentran con estos cetáceos. El grupo de trabajo los recoge desde la aplicación móvil GT Orcas y colaboran con Cruising Association. Este año, según sus cifras, las interacciones están cayendo, apenas han registrado 26 entre enero y mayo. Es un 65% inferior a los registros de 2023 y un 40% menos que la media, a pesar de que el pasado domingo se dio el primer barco hundido de la temporada en el Estrecho de Gibraltar.

«El año pasado hubo muchas interacciones al principio del año porque desde enero estaban en el Estrecho«, cuenta López. Esta zona actúa como un embudo: concentra el paso de los atunes a los que van persiguiendo las orcas, pero también aglutina barcos, lo que favorece los encontronazos. Sin embargo, este año las poblaciones de orcas han estado bastante distribuidas, con presencia en el Golfo de Vizcaya, Galicia, Portugal y el Estrecho, según los datos del GTOA. Esta dispersión, en opinión del biólogo, es lo que ha favorecido la caída de incidentes: ha hecho que las 16 orcas que participan en las interacciones con embarcaciones, que se distribuyen en cuatro grupos o familias, no hayan estado actuando todas en el Estrecho, la zona que más favorece los incidentes.

Lo cierto es que los científicos siguen estudiando el inusual comportamiento de la población de orcas ibéricas, que apenas tiene precedentes en todo el mundo. Los motivos que lo iniciaron siguen sin estar del todo claros. Podría ser un juego autoaprendido para socializar, una moda pasajera o una defensa tras una mala experiencia. En cualquier caso, lo que empezó con nueve orcas implicadas, según López, ahora es compartido por hasta 16 ejemplares. Ha habido un aprendizaje social. Y la duda es si ha venido para quedarse o se pasará con el tiempo.

«Ha habido numerosos informes de orcas que 'atacan' veleros, tal vez en busca de 'venganza'. Pero sólo los humanos se vengan, no los animales. Creo que simplemente se están divirtiendo. Como animales inteligentes que viven en gran medida en un vacío sensorial, creo que están abiertos a nuevas fuentes de diversión. Supongo que es una moda pasajera que pasará«, responde a ABC el ecólogo marino de la NOAA, Robert Pitman.

Por su parte, el Gobierno ha pedido a las embarcaciones extremar las precauciones en la zona del Golfo de Cádiz y el Estrecho de Gibraltar entre abril y agosto. Y ha comunicado un cambio de protocolo a la hora de actuar en caso de encontrarse con las orcas. Si antes se recomendaba parar la máquina y arriar velas, ahora «tanto si se trata de una embarcación a motor como de una embarcación a vela, no detener la embarcación y navegar hacia la costa, a aguas menos profundas«, ha informado este martes el Ministerio para la Transición Ecológica.

Se trata de unas recomendaciones aprobadas el pasado mes de febrero a propuesta del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que también sirve para unificar criterios que hasta ahora no eran compartidos entre los países afectados: España, Portugal y Marruecos. Las conclusiones e indicaciones han sido integradas en un informe que se ha presentado en el Comité Científico de la CBI en el mes de abril, y que se hará público a finales de mayo, informa Transición Ecológica.

Estas indicaciones también incluye la recomendación de «no navegar» por la zona de riesgo que delimita el Golfo de Cádiz y el Estrecho de Gibraltar entre abril y agosto, y hacerlo lo más próximo posible a la costa dentro de los límites de seguridad.

Además, recomienda a los pasajeros mantenerse en zonas recogidas para evitar caer al mar durante las interacciones, comunicarse con el Centro de Coordinación de Salvamento (CCS) y, si es posible, tomar imágenes.