Gerardo Ceballos: «La pérdida de la biodiversidad es una amenaza existencial para la humanidad»
El biólogo, Premio Fundación BBVA, descubrió que el planeta se encuentra en la sexta extinción masiva. «La vida se va a recuperar pero va a tardar muchos millones de años», dice.
Elke Weber, la psicóloga del cambio climático: «Hay 'fatiga climática', la gente está muy cansada»
Bilbao
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónA Gerardo Ceballos (México, 1958), su trabajo le ha supuesto «una lápida muy fuerte». El biólogo calculó la tasa a la que están desapareciendo especies de vertebrados y la comparó con épocas pasadas. El resultado, publicado en 2015, reveló que el planeta está sumido ... en una extinción masiva de especies. «Imagínate el problema emocional que tenemos. Pero hay esperanza. Con las posibilidades tecnológicas y la inteligencia artificial hay una posibilidad real de que en los próximos cinco u ocho años podamos darle una vuelta a estos temas», contó recientemente en Bilbao, donde ha recibido junto con su colega Rodolfo Dirzo el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación.
—Cuando empezó su trabajo, ¿ya sospechaba la rapidez a la que están desapareciendo las especies?
—Esperaba que (las tasas) fueran más altas que en los últimos millones años, pero nunca imaginé que fueran como lo que encontramos. Encontramos que lo que se extingue los últimos 100 años debería haberse extinguido en 10.000 años. Esa es la magnitud de la extinción. Cuando publicamos nuestro artículo la gente decía que «bueno, han estudiado vertebrados (mamíferos, aves, reptiles…) y seguramente no está pasando con otros organismos». A raíz de que lo hicimos, han salido cientos de trabajos que han encontrado que la tasa de extinción es así en invertebrados, plantas, hongos, microorganismos... Es un fenómeno generalizado, nos preocupa mucho. Hemos entrado a la sexta extinción masiva.
La extinción masiva de especies causa una rápida mutilación del árbol de la vida: «Es una grave amenaza para la civilización»
Isabel MirandaLos géneros o linajes superiores desaparecen ahora 35 veces más rápido que en el anterior millón de años
—¿Eso que significa?
—En 500 millones de años ha habido cinco extinciones masivas, eventos catastróficos que cambiaron el curso de la evolución. Fueron geológicamente muy rápidas (en cientos de miles o millones de años) y acabaron con el 70% o más de las especies. Ese es el escenario que estamos enfrentando, con varias diferencias. Primero, la catástrofe somos los seres humanos. Segundo, en términos geológicos es instantáneo, en 150 años o menos. La fauna y la flora no tienen ninguna posibilidad de evolutivamente adaptarse a estos cambios. Y, finalmente, estamos viendo que podíamos perder el 70% o más de todas las especies en este siglo.
—Parece que defina el Apocalipsis.
—Sí. En estas extinciones previas la vida acabó recuperándose, pero después de 10 o 15 millones de años. En términos humanos es completamente irrelevante. En términos de la vida, tenemos la esperanza de que la que la vida va a existir y se va a recuperar, pero va a tardar muchos millones de años. La pérdida de esta diversidad representa una amenaza existencial para la humanidad a muy corto plazo. En los próximos 20 años puede ocurrir un colapso de la civilización. Cuando hablamos del Apocalipsis parece que pensamos en escenarios muy complicados, pero si te pones a pensar, el colapso ya está ocurriendo. Estamos perdiendo plantas, animales y microorganismos silvestres que son la base de que haya vida en la Tierra. Estos 'servicios ambientales' son por ejemplo la combinación correcta de gases en la atmósfera.
—¿Cuándo vamos a empezar a notar esos efectos?
—Ya los estamos viendo. Las temperaturas, por ejemplo. Se está quemando el Amazonas. Si yo hubiera dicho hace 20 años que se iba a quemar el Amazonas me hubieran tachado de loco. Estamos perdiendo la capacidad de la Tierra para mantener la biodiversidad y la vida. No se entiende la gravedad del problema. Se requiere una acción más coordinada, con más recursos para atacar el cambio climático y la pérdida de la diversidad. No lo estamos haciendo.
—Pero hay negociaciones globales.
—Desgraciadamente estas reuniones no tienen fuerza, no son vinculantes.
—La UE ha aprobado una legislación para restaurar el 20% de ecosistemas degradados para 2030, ¿es suficiente?
—Es suficiente en el sentido de que es el primer paso. 2030 es muy pronto. Es importante y va en la dirección correcta. La Unión Europea puede sentar un precedente. Va a haber recursos para hacerlo. Cuando hablamos de conservación, se piensa: «Tengo que gastar ese dinero». Pero no es un gasto, es una inversión. Porque para recuperar esos ecosistemas tiene que haber trabajo, estructura… una serie de condiciones.
—Los agricultores no lo ven así.
—No tiene que ser una en contra de la otra. En Costa Rica hay estudios que demuestran que los cultivos que están pegados a la selva tienen hasta un 40% más productividad que los que están aislados. Tienen más polinizadores, más depredadores de los insectos que son dañinos... Esa visión de que una cosa va en contra de la otra está distorsionada. Tenemos que trabajar con paisajes. Se cree y se piensa que la conservación es dejar aislada una zona para no tocarse y eso no es la visión de la conservación correcta. Los agricultores pueden tener grandes beneficios de esto, el problema es que lo vemos como dos cuestiones que compiten. La conservación deberíamos entenderla como las acciones que van desde restaurar hábitats, mantener los ambientes que tenemos todavía en buenas condiciones y mantener y mejorar los ambientes que tenemos en producción.
—¿Qué opina de los esfuerzos por revivir especies extintas?
—Soy muy crítico. Mira la paloma pasajera (o migratoria). Fue una de las aves más abundantes del planeta, había 2.000 millones. Y ahora vamos a tener cuatro palomas. Es una vacilada. No tienen la función ecológica que se requiere y distrae la atención del problema real. Por otro lado, la restauración y reintroducción como la del lince ibérico ha venido a traer ambientes en los que hay más conejos, hay más fauna, más flora, más turismo… Tiene muchos más beneficios para los pobladores locales que un ambiente que estuviera deteriorado, deforestado, erosionado…
—Pero con especies como los osos o los lobos, la restauración empieza a causar roces. ¿Podemos aprender a convivir con estas especies?
—Para eso existe el gobierno y las reglas. Y en las reglas tenemos que sacrificar una parte de lo que creemos que es nuestra libertad y eso nos permite a todos vivir mejor. En el caso de los lobos y los osos es algo trivial.
MÁS INFORMACIÓN
—¿Es una cuestión de dinero?
—Es una cuestión de voluntad política, de dinero, de reglas. Si yo soy un campesino que está perdiendo ovejas, me tienen que apoyar a tecnificar y tienen que compensarme. Y a los tamaños que puede haber, será trivial. Si perdiéramos mil cabezas de ganado en Italia o en España, representa el 0,0000000001% del PIB, cuando recuperar esas especies da muchos beneficios para la población. Es voluntad política, es entender los derechos de la gente que está siendo afectada y encontrar reglas.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete