García Magán: «No podemos caer en provocaciones, ni identificar el terrorismo con ninguna religión»
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española reconoce que en el ataque de Algeciras «ha habido una motivación de odio a la fe pero no podemos ni debemos demonizar a un colectivo»
El atacante de Algeciras se encontraba en situación irregular y estaba pendiente de expulsión
Madrid
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Iniciar sesiónEl secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, ha condenado este jueves el ataque a dos iglesias de Algeciras, del miércoles, que ha causado la muerte de un sacristán y heridas graves a un sacerdote, en el que ha reconocido que « ... ha habido una motivación de odio a la fe», pero no por ello «podemos ni debemos demonizar a un colectivo o un grupo general».
García Magán también ha destacado que ante este tipo de ataques «no podemos caer en provocaciones, ni echar leña al fuego de la demagogia, ni identificar el terrorismo con ninguna religión, ni ninguna fe». «Dejemos a las autoridades que hagan esa investigación», ha añadido.
En un desayuno informativo, organizado por Forum Europa en el hotel Intercontinental de Madrid, el también obispo auxiliar de Toledo ha manifestado su «condena más absoluta y total por el uso de la violencia, que tiene con una gravedad especial cuando el uso de esa violencia se pretende justificar en nombre de dios». «Eso es tomar el nombre de Dios en vano», ha afirmado con contundencia.
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El secretario del Episcopado -que conoció de primera mano los detalles del caso por boca del obispo de Cádiz-Ceuta, Rafael Zornoza, que se encontraba en Algeciras de visita pastoral y acudió rápidamente al lugar de los hechos- ha destacado el gesto del sacristán de la parroquia de Ntra. de la Palma, que fue asesinado en el ataque, y que «ofreció su vida por el sacerdote que estaba allí, que era a por quien iban». «Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por los amigos», ha destacado, haciendo una cita del Evangelio.
«Ser homosexual no es pecado ni es delito»
Además de esta cuestión, García Magán también ha sido preguntado por cuestiones de actualidad eclesiales, como las declaraciones acerca de la homosexualidad en una entrevista a la agencia AP, en las que sostenía que «no es un delito», pero que «sí es un pecado». El secretario de la Conferencia Episcopal ha sido preguntado por dos veces sobre la cuestión, primero es el transcurso del desayuno y, más tarde, a la salida.
Ha sido en la segunda, cuando ha concretado que «ser homosexual no es ni delito ni pecado» y ha puntualizado que el Papa Francisco reiteró lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica, «donde se afirma que la orientación sexual, la tendencia en sí misma no es pecado». Además ha añadido que «aquello en lo se concrete una relación, ya sea homosexual o heterosexual, puede ir en contra de la moral católica» y de las normas recogidas en el catecismo. «No es que todo vale», ha puntualizado.
En la primera ocasión había estado más genérico, sin concretar que las palabras del Papa no fueron claras, pues de acuerdo al Catecismo de la Iglesia Católica, vigente desde 1992, la homosexualidad no es un delito, y tampoco, en sí misma un pecado, puesto que el texto sostiene que los homosexuales «deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta».
Lo que sí establece como pecado el Catecismo son las relaciones sexuales fuera del matrimonio, con independencia de la orientación sexual. Así, refleja, por ejemplo, que «los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia», al igual que «las personas homosexuales están llamadas a la castidad». El «no es que todo vale» de García Magán, que lo ha expresado al explicar que «desde el punto de vista de la moral católica, también hay aspectos en una relación heterosexual que pueden no estar de acuerdo con la moral católica».
«Despolitizar» el aborto
Sobre la polémica suscitada a partir de la presentación de medidas provida por parte del vicepresidente de Castilla y León, García Magán ha recordado que el mensaje de la Iglesia, «de defensa de la vida», sigue «siendo el mismo». Aún así ha recordado que «toda vida humana tiene dignidad y debe ser respetada, favorecida y defendida».
«La vida ha de ser defendida no solamente en el seno de la madre, sino la del que se mete en una patera, de la mujer que se ve en peligro por la violencia intradoméstica, o la del que no tiene que llevarse a la boca, ni lo necesario para vivir», ha explicado.
También ha recordado que el mensaje de la Iglesia sobre la cuestión «no es un acto de fe ni una posición religiosa» sino que parte «de un consenso de la ciencia». «Asumimos ese consenso y aplicamos ese criterio general: donde haya vida humana hay que protegerla», ha añadido.
Desde esa perspectiva ha insistido que «es importante despolitizar y no hacer banderías del tema del aborto. Tendría que haber un consenso sobre esta realidad». «Ojalá un día la humanidad se despierte y sea consciente de lo que significa esta acción«, ha manifestado. «No entro a juzgar las circunstancias de las personas. Nos tendría que hacer a todos reflexionar cuando una mujer se ve abocada a esa salida que es la solución más fácil», ha añadido.
Criticar al Papa puede ser «delito de cisma»
Un tanto más se ha embarrado el secretario de los obispos al ser preguntado por los libros publicados en los últimos días de los que se desprende una crítica a algunas acciones del Papa Francisco, como el secretario de Benedicto XVI, Georg Gänswein. Tras una explicación eclesiológica, García Magán ha acabado concluyendo que «el que rompe la comunión con el Papa está en cisma».
«Hay un principio eclesiológico que es irrenunciable« ha comenzado , para explicar que «no hay Iglesia de Jesucristo al margen del Papa, al margen del sucesor de Pedro, se llame Francisco, se llame Benedicto, se llama Juan Pablo, se llame Pablo». De esta forma, según su interpretación «construir al margen de esto», lleva a «anunciarnos a nosotros mismos».
«La garantía que tenemos los obispos de estar anunciado el evangelio, de estar en la iglesia del Señor Jesús es la comunión, sustancial, fundamental con el sucesor de Pedro», ha explicado, para concluir que «canónicamente, el que rompe esa comunión con el Sucesor de Pedro está tipificado en el derecho canónico como delito de cisma». Una dura afirmación con la que equipara la crítica al Papa Francisco con la ruptura de la comunión en la Iglesia.
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