Funcionarios de prisiones denuncian el «último taller sexual de Marlaska»

La medida final del ministro de Interior en el Gobierno ha generado quejas por parte de los trabajadores: «Para nuestra seguridad no hay cabida, pero para esto sí», apuntan desde el CSIF

Más de un tercio de las plazas para médicos en cárceles españolas sin cubrir: «No hay recambio generacional»

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante un acto público el pasado miércoles EP

El Gobierno está culminando las últimas gestiones que tenía pendiente antes de las elecciones del próximo domingo. Durante el último Consejo de Ministros, los distintos departamentos han aprovechado la oportunidad para dejar aprobados convenios, nombramientos y cambios, e incluso han aprovechado la ... oportunidad para autorizar talleres de última hora.

El Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska, publicó este pasado martes un convenio entre Instituciones Penitenciarias y la Fundación Sexpol para «el desarrollo del taller afectivo sexual de intervención con internos en centros penitenciarios». El acuerdo, que «no generará gastos» para la administración según indica el BOE, contará con una comisión de seguimiento, aunque no detalla con precisión la naturaleza de los talleres y cursos. Tampoco proporciona información acerca de las prisiones donde se desarrollarán ni el número de reclusos que tendrán acceso a estas actividades.

Los funcionarios de prisiones no han tardado en quejarse ante esta medida, que se adelanta a todas las promesas y acuerdos que Marlaska había jurado realizar para mejorar la situación y los medios de los trabajadores de estas instituciones. Entre ellas, se encuentra la condición de conceder a los funcionarios el cargo de agente de la autoridad.

«Al otorgarnos este reconocimiento, si somos agredidos el acto tendría una pena agravada», indica Jorge Vilas, responsable nacional de CSIF prisiones, que además explica que el reo debería indemnizarle, y en el caso de ser insolvente, el Estado tendría que responder de manera subsidiaria.

«Una medida tan lógica como esta, que no deja de ser para nuestra protección, el Gobierno del señor Marlaska no ha sido capaz de sacarla adelante», explica Vilas. Desde CSIF advierte que ocurre una agresión grave en las prisiones cada 24 o 26 horas. En 2022 se batió el récord llegando a alcanzar un total de 453 en los centros dependientes del ministerio de Interior.

Marlaska prometió en 2018 atender a las reivindicaciones de los trabajadores penitenciarios como prioridad de su Gobierno. Sin embargo, debido al adelanto electoral, la ley de cuerpos penitenciarios con los sindicatos de prisiones —que modernizaría las cárceles— no se aprobó.

Condiciones dignas para trabajar

Desde el mencionado sindicato también creen que debería ser prioritario e igual de importante que el «último taller sexual de Marlaska» solucionar el problema de los centros penitenciarios ante la falta de médicos y psiquiatras. Según el CSIF, en las enfermerías de las cárceles faltan apropiadamente el 70% de las plazas por ocupar. Comentan también que «como mucho» hay un psiquiatra contratado por centro, que acude una vez cada mes o dos meses a la cárcel. «Además, acaba viniendo por una labor humanitaria más que por lo que pueda ganar económicamente», explica con pesar Vilas.

Otra queja es la falta de oferta de plazas para cubrir todos los puestos libres. En prisiones hay más de cuatro mil vacantes, por lo que las plazas que se han ofertado —un total de 750— no llegarían a cubrirlas en su totalidad, «sin contar todos los que se jubilarán de aquí a Diciembre».

«Lo primero que tendrían que hacer es la dotar a todos los funcionarios y trabajadores penitenciarios de medios, recursos, formación y seguridad», señala Vilas, unas condiciones dignas con las que podrían realizar su trabajo. «No se avanza en nada para nosotros, pero para que los internos tengan cursos de educación sexual sí que tienen tiempo y se molestan en sacarlo adelante».

Sin embargo, el encargado subraya que este tipo de talleres son necesarios para la reinserción y la reeducación de los presos y se encuentran a favor de ellos. «No nos olvidemos que las prisiones están para reeducar y reinsertar, y no lo decimos nosotros, lo dice la Constitución». Pero añade que «la institución necesita medios y recursos» desde hace años, no nuevos cursos.

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