Francisco Marco: «Los pinchazos no te inoculan droga pero vigila tu copa»

—¿Quién lo hace?

—Gente de la noche, sin más.

—¿Turistas?

— No mayoritariamente. Los turistas no vienen aquí a pinchar.

—¿Sin causar mayores daños?

—Daño te pueden hacer porque la aguja puede estar sucia o infectada,. Es muy importante que cualquier chica que note un pinchazo acuda al jefe de sala del local para que la ayuden a ir inmediatamente a la Policía. Que no te inoculen una droga no significa que no sea una agresión, y tienes que denunciarla. Pero dejando esto claro hay que estar atentos a lo verdaderamente importante.

—¿Qué es?

—La droga en las bebidas. Cualquier chica que salga de noche tiene que acostumbrarse a poner una tapa en su vaso y a estar pendiente de él, tal como hace años aprendimos a no perder de vista el equipaje en los aeropuertos. Los pinchazos no te inoculan droga pero vigila en serio tu copa.

—Burundanga.

—Es una droga incolora e insípida que permite controlar sexualmente a la víctima.

—¿La manada fue esto?

—No creo, porque hubiera trascendido. Pero es irrelevante. La manada fueron unos chicos que se aprovecharon de la falta de voluntad de una chica, de su incapacidad para tomar decisiones porque iba borracha o por lo que sea, para abusar de ella.

—¿Tener relaciones con una persona borracha es un delito?

—Con la nueva ley del sí es sí, lo es claramente. Cualquier relación sexual que no cuente con el consentimiento explícito de la otra persona es una agresión o un abuso.

—¿La noche se ha vuelto más rara de lo que solía ser?

—Concretamente Barcelona es por primera vez en su historia una ciudad insegura, en la que si sales de noche es mejor que no lleves reloj. En el resto de España, incluida Barcelona, estas agresiones a chicas a las que previamente han drogado son minoritarias, pero claro, que le pase a una sola chica es ya un drama.

—¿Qué más puede hacer la Policía?

—Poco más. Lo que es crucial es que las chicas tomen cada una de ellas las medidas preventivas de tapar y controlar sus bebidas. Ya sé que puede parecer injusto cargar con la responsabilidad de algo así a la víctima, pero es lo más realista.

—¿Hay que endurecer la ley?

—La ley prevé ya castigos muy importantes. Lo que hay que hacer es implementarla pero en estos casos es muy difícil hacerlo antes de que se cometa el delito.

—¿Lo hacen clientes o barmans?

—Los clientes, los barmans no.

—¿Qué tipo de clientes?

—Delincuentes comunes y de grupos de amigos que se divierten drogando a una chica y violándola.

—Esto de que un grupo de amigos se divierta así es muy crudo.

—Muy crudo y muy cierto.

—¿Por qué?

—Por culpa de la pornografía. Hay una generación de chicos que ha crecido viendo porno y que creen que todo lo que sale en el porno es real.

—Fantasías.

—Y entonces creen que realmente una chica tiene la fantasía de que la violen o de que cinco tíos se la follen en un baño, cuando esto normalmente no suele ser verdad.

—Es un problema masculino.

—Sí, y es claramente educacional. El porno nos ha desfigurado.

—¿Hay que prohibirlo?

—No. Hay que educar. Los padres tienen que saber y asumir que sus hijos ven porno, y explicarles que el porno no es sexo real ni la manera de tratar a la otra persona.

—Tal como concretamente Barcelona se ha convertido en la capital europea de los antisistema y los okupas, ¿hay un turismo que viene especialmente a España para cometer este tipo de delitos sexuales?

—Hemos fomentando un turismo de playa y fiesta que viene a emborracharse, a tomar el sol y a follar. No es que sean todos unos delincuentes, pero cuando el caldo de cultivo es el que es, luego pasa lo que pasa.