Francisco dice sentir el «peso» de la vejez y no descarta renunciar antes de morir

Valentina Alazraki, periodista mexicana que habló con el Pontifíce y le preguntó si teníamos que preocuparnos por su salud. «Sí, un poquito, sí. Necesito que recen por mi salud. La vejez no viene sola. La vejez no se maquilla, es ella sola, se presenta como es», respondió el Papa. Añadió que hay que «saber aceptar los dones de la vejez, se debe aceptar que uno puede hacer mucho bien desde otra perspectiva».

Más adelante, desdramatizó sobre su salud y aclaró que «me siento bien, me siento mejorado. A veces me dicen que soy imprudente porque tengo ganas de hacer y de moverse. ¿Entonces son buenas señales? Estoy bastante bien».

Interrogado sobre si ha tenido la tentación de renunciar, aseguró que «no se me ocurrió». «Vi la valentía de Benedicto cuando se dio cuenta que no podía, prefirió decir basta, y a mí me hace bien, eso como ejemplo y pido al Señor decir basta, en algún momento, pero cuando Él quiera». Aclaró que el papado «es hasta siempre, pero está también esa posibilidad (de la renuncia) y uno tiene que prepararse».

Sobre su fallecimiento, anunció que ha modificado el rito de los funerales del Papa, para simplificarlo -«el nuevo ritual lo estrenaré yo», dijo-; y que ha solicitado ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor, «como siempre le prometí a la Virgen».

En la conversación, Valentina Alazraki le dijo que «tenemos la sensación de que sus detractores se han vuelto más virulentos, más feroces y que usted al mismo tiempo se ha quitado algunas piedras del zapato», «se ha vuelto más duro en los últimos tiempos». En tono informal el Papa explicó que «a veces le digo a los papás: ten cuidado, porque un papá que no 'casca' de vez en cuando al chico, algo le falla. Ya saben dónde tienen que cascarlo, pero nunca en la cara, por favor». «A veces hace falta alguna reprimenda», añadió acto seguido.

Explicó demás que «la gente es muy buena acá dentro (en el Vaticano). Mira que yo soy complicado y a veces un poco impaciente y me aguantan, me aguantan».

Sobre futuros viajes, reconoce que «están repensados todos» por sus límites de salud, pero que tiene confirmado uno a Bélgica, probablemente por el quinto centenario de la Universidad de Lovaina, «y hay dos claros pendientes, uno a la Polinesia y otro a Argentina. Veremos cómo se da la cosa, pero con el tiempo voy a ir retomando las cosas».

El Papa quitó hierro a los insultos del nuevo presidente argentino Javier Milei, pues «en campaña electoral se dicen cosas en broma, lo digo entre comillas, se dicen seriamente, pero son provisionales, cosas que se usan para crear un poco de atención, pero que después caen solas». «Hay que distinguir mucho entre lo que dice un político en la campaña electoral y lo que realmente va a hacer después, porque después viene el momento de lo concreto, de las decisiones, de esas cosas», añadió.

Hablando genéricamente, dijo que «la política es la forma más elevada de la caridad, amor al pueblo». «Lamentablemente los malos políticos sacan forma de un negocio: '¿Con cuánto llegaste?, ¿con cuánto te vas?' La política no es eso», aseguró. En su opinión, los «grandes políticos» son «grandes creadores de la democracia» y «el político de comité se arregla como puede».