Francisco crea nuevos cardenales, entre ellos el español Fernando Vérgez, y les pide que no excluyan a nadie

Entre los participantes al consistorio de este sábado estaba Angelo Becciu, vestido de púrpura, invitado por el Papa. En septiembre de 2020 renunció a los derechos ligados al cardenalato para ser juzgado en el Vaticano por la gestión irregular de fondos reservados de la Santa Sede, pero por ahora los magistrados no han identificado actividad delictiva entre sus decisiones. Todo apunta a que próximamente será reintegrado.

Durante la ceremonia en la basílica de San Pedro, el Papa Francisco ha presentado algunas cualidades que deben tener los nuevos cardenales y quienes se ocupan de tareas de gobierno en la Iglesia, a quienes ha pedido que sigan el ejemplo de Jesús. Se trata de imitar su «valentía apostólica, el celo por la salvación de cada ser humano, sin excluir a nadie». O también, su «magnanimidad, su amor sin límites, sin reservas, sin condiciones.

El Papa estaba muy sonriente y tenía buen aspecto. Ha llegado y se ha marchado en silla de ruedas, ha presidido la ceremonia sentado, y se ha puesto de pie para impartir la bendición. A continuación, ha acompañado a los nuevos cardenales a la residencia de Benedicto XVI en los jardines vaticanos, para que los conociera el Papa emérito, de 95 años. Benedicto les recibió sentado en su capilla, se le veía débil y muy delgado, pero se mostró en todo momento atento y muy sonriente, saludó uno a uno a todos e intercambió palabras con algunos.

Con la entrada de Fernando Vérgez, España cuenta con 15 cardenales, de los que seis tienen más de 80 años y no podrían participar en un eventual cónclave.

Se trata de Julián Herranz Casado, de 92 años; el diplomático Santos Abril y Castelló, de 86; el arzobispo emérito de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, de 85; Antonio María Rouco Varela, también de 85 años y emérito de Madrid; el claretiano Aquilino Bocos Merino, de 84 años y Ricardo Blázquez, arzobispo emérito de Valladolid.

Los cardenales electores españoles son el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, de 77 años; Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, de 76 años; y el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares Llovera, también de 76 años. Ocupan altos cargos de la Curia Vaticana el mallorquín Luis Ladaria Ferrer, de 78 años, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; el sevillano Miguel Ángel Ayuso Guixot, de 69 años, responsable del dicasterio para el Diálogo Interreligioso, y ahora Fernando Vérgez.

Tres cardenales españoles gobiernan diócesis extranjeras. Se trata del navarro José Luis Lacunza, de 78 años, que es obispo de David, en Panamá; el franciscano navarro Celestino Aós, de 77 años, arzobispo de Santiago de Chile; y el cardenal almeriense Cristóbal López Romero, de 70 años, arzobispo de Rabat, en Marruecos.

La principal responsabilidad de los cardenales es participar en eventuales cónclaves para elegir a un nuevo Papa. Pero sólo los cardenales electores, o sea los menores de 80 años, pueden participar en la votación y en las deliberaciones en la Capilla Sixtina. Desde este sábado hay 132 cardenales electores.

Este ha sido el octavo consistorio convocado por el Papa Francisco. Igual que hizo varias veces Juan Pablo II, de hecho, Francisco ha derogado provisionalmente la «Universi Dominici Regis», la norma que gobierna el cónclave y que establece un límite de 120 cardenales electores.

Ya en septiembre dos cardenales cumplirán 80 años, y otros lo harán en los próximos meses, de forma que en un año el número de electores llegará de nuevo a 120. De los 132 cardenales electores que hay actualmente, 83 (casi dos tercios) han sido nombrados por el Papa Francisco. Del resto, 11 fueron nombrados por Juan Pablo II y 38 por Benedicto XVI.

Los cardenales que ha ido nombrando a lo largo de estos nueve años han cambiado los equilibrios dentro de la Iglesia católica, para dar más voz en caso de elección papal a los católicos de países en vías de desarrollo o donde los católicos son minorías.

El Papa Francisco ha dado más presencia a cardenales asiáticos entre los cardenales electores, pues han pasado de ser el 9% al 17% del colegio que elegirá al próximo Papa, aunque sólo el 12% de los católicos viven allí; y África Subsahariana, que ha pasado del 9 al 12%, a pesar de que esta zona concentra el 16% de los católicos.

En cualquier caso, Europa, con el 40% de cardenales electores, sigue teniendo un peso sobredimensionado respecto a su peso real en la Iglesia católica, pues sólo un 24% de los católicos proceden del Viejo Continente. En cambio, América Latina y el Caribe concentran un 18% de los cardenales electores, a pesar de que el 39% de los católicos viven en esta zona del mundo.