Francia subirá a 12 euros el precio de la cajetilla de tabaco y prohibirá fumar en playas y parques

En Francia (68 millones de habitantes), el consumo de tabaco, el hábito de fumar, mata anualmente a unas 75.000 personas, más de doscientos muertos por día: es la primera causa de muerte evitable.

Ante esa tragedia, compartida por otros países europeos, comenzando por España, Aurélien Rousseau, ministro francés de Sanidad, ha presentado este martes un nuevo programa nacional, que tiene cuatro grandes capítulos.

El primer capítulo conlleva una subida del precio de la cajetilla de cigarrillos, que hoy se vende a una media de 11 euros. Entre el año próximo y el 2025, el precio de la cajetilla subirá a 12 euros, para volver a subir hasta los 13 euros en 2027. Están previstas otras posibles subidas, esperando «una generación sin tabaco», en el «horizonte» del 2032.

Las asociaciones antitabaco han reaccionado de manera muy crítica, decepcionadas. Loïc Josseran, presidente de la «Alianza contra el tabaco», ha declarado: «Esas subidas no cambiarán nada. Pedimos, desde hace años, una subida inmediata del precio de la cajetilla, hasta los 16 euros. Hay que tomar decisiones importantes, el gobierno debiera actuar con más energía y más rápido«.

El segundo capítulo habla de la prohibición inmediata de fumar en las playas, los parques y jardines públicos, los bosques. Prohibición, igualmente, en los alrededores de muchos lugares públicos, comenzando por las escuelas e institutos, las oficinas administrativas, las dependencias gubernamentales. Quedan por establecer las multas que deberán aplicarse, en su día. Serán los prefectos del Estado los responsables de controlar policialmente las nuevas medidas.

Tercer capítulo. Prohibición de los cigarros y cigarrillos electrónicos de uso único, los «puff», en la terminología anglosajona, impuestos comercialmente con mucha publicidad y mucho éxito entre jóvenes y muy jóvenes. La Asamblea Nacional (AN) y el Senado, las dos cámaras del Parlamento francés, deberán aprobar «con rapidez» la Ley que prohíba la venta de todas o casi todas las modalidades de cigarrillos electrónicos. Queda por discutir el calendario de las prohibiciones esperadas.

En cuanto al cuarto capítulo, el gobierno negociará con médicos y farmacéuticos medidas y productos que pudieran ayudar a los fumadores que deseen abandonar ese hábito, con «tratamientos de sustitución de la nicotina», entre otras medidas que irán imponiéndose a lo largo de los próximos meses y años.

En este terreno, el gobierno espera abrir un proceso de colaboración que permita concebir y poner en práctica nuevas medidas de lucha contra el hábito de fumar, en el horizonte de la próxima década cuando debiera ser realidad la primera «generación sin fumar». El Ejecutivo quiere también prohibir los cigarrillos electrónicos desechables, que Rousseau considera una «aberración» tanto desde el punto de vista médico como medioambiental, mientras que las farmacias podrán prescribir tratamientos sustitutivos de la nicotina.

En España actualmente los precios del tabaco rondan los 4 euros y elevar su precio puede ser una medida contra el tabaquismo. Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), fallecen más de 60.000 personas al año por el consumo de tabaco.

El presidente de CNPT, Francisco Pascual, exigió este jueves a la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, «un paso al frente» para «combatir» este problema y le solicitó una reunión «urgente, a la mayor brevedad posible» para tratar la, a su juicio, «preocupante situación del tabaquismo» en España.