La Fiscalía de Múnich no encuentra motivos para imputar a Ratzinger

Archiva la investigación contra el Papa emérito por posible complicidad en casos de abusos tras «amplias investigaciones» que no revelaron «sospechas suficientes de actuación delictiva

El secretario de Benedicto XVI busca a cinco primos de Ratzinger para darles la herencia

Benedicto XVI, en una imagen de febrero de 2022 ep

Rosalía Sánchez

Corresponsal en Berlín

La fiscalía de Múnich ha archivado la investigación contra el difunto Papa Benedicto XVI por posible complicidad en los casos de abusos en el arzobispado de Múnich y Freising, al no existir «sospechas suficientes» de actuación delictiva« que, en caso de haberse dado, ya ... habría prescrito. El fiscal jefe Hans Kornprobst, ha subrayado que Ratzinger ha sido sometido a amplias investigaciones que no revelaron «sospechas suficientes de actuación delictiva por parte de los responsables de personal», en referencia tanto a Joseph Ratzinger, arzobispo de Múnich y Freising entre 1977 y 1982, como a su sucesor, el cardenal Friedrich Wetter, y el entonces vicario general, Gerhard Gruber.

Las acusaciones vertidas contra Benedicto XVI y que han resultado falsas se referían a que no actuó para dar a conocer cuatro casos de abusos sexuales cuando era arzobispo de Múnich. Durante años, el Papa emérito negó esas históricas acusaciones, pero un nuevo informe entregado por un bufete de abogados alemán en enero de 2022 lo incriminaba directamente y la Fiscalía se vio obligada a reabrir el expediente.

Según el documento, los abusos sexuales se prolongaron durante años y los sacerdotes acusados de estos delitos continuaron activos en diferentes parroquias y cargos adscritos a la Iglesia católica alemana. El informe había sido realizado por el bufete Westpfahl Spilker Wastl y encargado por la propia Iglesia Católica alemana.

«Dos de estos casos se refieren a abusos cometidos durante su mandato y sancionados por el gobierno local», expuso el abogado Martin Pusch al presentar el informe, «en ambos casos, los perpetradores permanecieron activos en el trabajo pastoral«, cuando en opinión de los abogados, deberían haber sido completamente retirados del servicio.

El informe afirmaba también que Benedicto XVI sabía de la acusación de abuso sexual que pesaba contra uno de los sacerdotes, quien fue trasladado de la diócesis pero continuaba en la labor pastoral en otro destino. El Papa emérito respondió por escrito a las preguntas planteadas por el bufete y expresó su apoyo a la investigación, pero negó tener conocimiento de las acusaciones de abuso sexual o tener responsabilidad por su inacción.

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