El temor al daño en la agricultura deja en el aire una ley clave del Pacto Verde europeo

Las organizaciones ecologistas celebraron el resultado de esta primera votación en uno de los asuntos más polémicos de los que se han tratado en la Eurocámara. El PPE y los que se oponen a esta ley no estaban tan satisfechos. Según los populares, esta ley tendrá como consecuencia pérdidas económicas desastrosas para los agricultores, pondrá en peligro las cadenas de suministro de Europa, aumentará los precios de los alimentos para los consumidores y obstaculizará el despliegue de las energías renovables. El líder del PPE, el alemán Manfred Weber, dijo que no se opone al objetivo del paquete legislativo que se conoce como el «Pacto Verde» y pidió al vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, «un proyecto realista» para poder apoyarlo.

La propuesta tiene el respaldo de socialistas, verdes, la extrema izquierda y la mayor parte del grupo de los liberales. Los populares, el principal grupo de la Eurocámara, tienen el apoyo de los conservadores nacionalistas y la extrema derecha y el resto de los liberales. El proyecto ya ha sido rechazado en la comisión de Agricultura y este voto en la de Medio Ambiente presupone que el proyecto deberá pasar por el pleno de la Eurocámara, donde el resultado puede ser aún más dramático porque no existe una estricta disciplina de voto. Ayer, el resultado en comisión estuvo condicionado por el voto de un eurodiputado popular checo que eligió no seguir la posición del grupo y apoyar el proyecto.

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Europa calcula que el 80% de sus hábitats están en mal estado, incluyendo desde los bosques y las tierras agrícolas hasta los ecosistemas marinos, de agua dulce y urbanos. La Ley de Restauración de la Naturaleza se considera como una pieza clave del Pacto Verde Europeo, que es a su vez uno de los objetivos de esta legislatura y establece objetivos legalmente vinculantes, es decir, obligatorios para rehabilitar hábitats degradados y especies perdidas. Ello supone en algunos casos abandonar ciertas superficies dedicadas al cultivo y devolverlas al estado que se considera original. Muchas superficies ahora dedicadas a las instalaciones de enería renovable también pueden ser inhabilitadas si se aprueba esta ley.

César Luena, el eurodiputado socialista español, ponente de esta ley, consideró que la votación de ayer fue «una muy buena noticia» y acusó al PPE de utilizar este caso con fines electorales, cuando «la naturaleza no debería sufrir los efectos de la estrategia electoral del PPE». Enfrente, la popular alemana Christine Schneider sostuvo que «esto es consecuencia de una ley muy mal hecha» porque «la propuesta de la Comisión no es buena y ya dijimos durante nueve meses lo que queremos, y lo que ha pasado ahora es el resultado del trabajo mal hecho del vicepresidente Timmermans».

La responsable de Biodiversidad de la organización ambientalista WWF, Sabien Leemans, dijo que con este resultado, aunque haya sido un empate, «la UE se ha librado por poco de una gran vergüenza internacional». El comunicado lo firmaban también Birdlife Europe, la Oficina Europea del Medioambiente, ClientEarth, Seas at Risk y Oceana. La mayoría de organizaciones ecologistas advierten que «si el día 27, los eurodiputados eligen ignorar el sentido común, la ley y la ciencia, nos pondrán en peligro activamente a nosotros y a la naturaleza».