España prepara su costa para el 'baby boom' de la tortuga boba
El calentamiento global ha empujado a la especie a criar en el litoral español, hoy poco adaptado a las necesidades del animal en peligro de extinción
Cinco años seguidos de muertes masivas de especies por un Mediterráneo demasiado cálido
La oceanógrafa Elena Abella jamás imaginó que vería nacer tortugas bobas en una playa de Tarragona y, mucho menos, que la situación se repetiría por media costa española. Teóricamente, el litoral mediterráneo era demasiado frío para la especie. Pero allí estaba Abella, octubre ... de 2014, en la playa Larga, presenciando lo que parecía tan improbable: un nido con 84 huevos. Las pequeñas tortugas de tono gris intentaban abrirse camino entre la arena que cubría el nido, pero estaba demasiado compacta por las máquinas de limpieza. Solo tres tortugas sobrevivieron. Lección extraída entonces no ha cambiado. Las playas españolas no están preparadas todavía para acoger a esta especie.
El calentamiento global está empujando a la tortuga boba (Caretta caretta), en situación «vulnerable» de conservación, a reproducirse en las playas españolas. Es una cuestión de supervivencia. Sus lugares tradicionales de cría son ahora demasiado cálidos y rompen el equilibrio de sexos. Porque, con cada grado en la incubación por encima de los 29, crece la proporción de hembras que nace de los huevos hasta que, a partir de los 32, dejan de aparecer machos. En cambio, el Levante ofrece hoy temperaturas equilibradas, que han convertido la línea costera en un refugio perfecto.
Avistamientos de la tortuga boba
en España entre 1870 y 2022
GERONA
Playa
de Aro
BARCELONA
Malgrat
de Mar
Mataró
Calafell
Castelldefels
TARRAGONA
Playa de la Pineda
Cambrils
Delta del Ebro-
Playa de Alfacada
CASTELLÓN
DE LA PLANA
Benicasim
Menorca
Playa del Serradal
Se localizan prácticamente en todos los mares y océanos
cálidos del planeta, entre ellos el Mar Mediterráneo
Puzol
Mallorca
El Puig
VALENCIA
Sueca y Cullera
Los ejemplares adultos tienen un rango de peso
medio de 80 a 200 kg y una longitud de
70 a 95 cm, aunque se han encontrado
algún ejemplar de más de 500 kilos
Ibiza
Mar Mediterráneo
ALICANTE
Altea
Formentera
Playa de San Juan
Son ovíporas y omnívoras
MURCIA
Torrevieja
Campoamor
Playa de
Calnegre
Su caparazón resalta por sus
tonos de marrones a rojizos
Manga del Mar Menor
Cuevas de
Almonzora
Pulpi
En 1870
Playa de Calblanque
Vera
Mojácar
Entre 1972/1991
ALMERÍA
CÁDIZ
MÁLAGA
Carboneras
Entre 2001/2015
Agua Amarga
Playa
Levante
Entre 2016/2021
Playa Boliches
En 2022
Fuente: Universidad de VIC - P. SÁNCHEZ / ABC
Avistamientos de la
tortuga boba en
España entre
1870 y 2022
1
En 1870
Entre 1972/1991
Entre 2001/2015
Entre 2016/2021
2
En 2022
Mar Mediterráneo
4
3
Zona 1
GERONA
Playa
de Aro
BARCELONA
Malgrat
de Mar
Calafell
Mataró
Castelldefels
TARRAGONA
Playa de la Pineda
Cambrils
CASTELLÓN
DE LA PLANA
Delta del Ebro-
Playa de Alfacada
Benicasim
Mar Mediterráneo
Zona 2
Menorca
Playa del Serradal
Puzol
Mallorca
El Puig
Sueca y Cullera
Ibiza
Mar Mediterráneo
Formentera
Altea
Playa de San Juan
Se localizan prácticamente en todos los
mares y océanos cálidos del planeta, entre
ellos el Mar Mediterráneo
Los ejemplares adultos tienen un rango de peso
medio de 80 a 200 kg y una longitud de
70 a 95 cm, aunque se han encontrado
algún ejemplar de más de 500 kilos
Son ovíporas y omnívoras
Su caparazón resalta por sus
tonos de marrones a rojizos
Zona 3
MURCIA
Torrevieja
Campoamor
Playa de
Calnegre
Manga del Mar Menor
Cuevas de
Almonzora
Pulpi
Playa de Calblanque
Vera
ALMERÍA
Mojácar
Mar Mediterráneo
Carboneras
Agua Amarga
Zona 4
CÁDIZ
MÁLAGA
Playa
Levante
Playa Boliches
Mar Mediterráneo
Fuente: Universidad de VIC -
P. SÁNCHEZ / ABC
«Vamos a tener muchísimo trabajo», dice Abella, en referencia a la adaptación de las playas y a la concienciación social. El Gobierno, de hecho, acaba de iniciar el proceso para crear un plan de conservación de la especie, que incluirá medidas para mitigar amenazas y, si fuera necesario, «la posible designación de áreas críticas, con el fin de asegurar la protección de las zonas o hábitats esenciales para su conservación», dice la consulta pública previa abierta.
Entre los problemas que identifica Abella, experta del Grupo de Investigación Biodiversidad, Ecología, y Tecnología Ambiental y Alimentaria de la Universidad de Vic, está el grado de urbanización de las playas, la maquinaria de limpieza y el mobiliario playero. «Las tortugas casi casi hacen eslalon por la playa», dice. A ello se añade la contaminación lumínica por las noches. «Afecta muchísimo a las crías. Cuando nacen, en vez de dirigirse a la espumita del mar, que sería lo suyo, se van a las luces del paseo marítimo», cuenta. Luego llega el sol, se deshidratan y mueren.
Pero hay esperanza, cree. En otras playas del mundo, como las de Grecia, Turquía y Chipre en el Mediterráneo, conviven hombre y tortuga. «Nosotros tendremos que hacer lo mismo», dice.
Incremento exponencial
También Adolfo Marco, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana, está seguro de que la presencia de la tortuga boba en España irá a más. «Hay un crecimiento exponencial», cuenta. Según sus cálculos, el país ha pasado de tener una anidación cada ocho años a principios de siglo a registrar hasta ocho cada año. «Hace falta hacer muchas cosas, pero si lo hacemos bien, de aquí a una década puede que tengamos mucha más anidación en las playas españolas», dice. Podría haber 50 por año, aventura. «Yo creo que va a pasar, sobre todo si sigue el calentamiento, lo que es muy probable».
La anidación de la tortuga boba en España es un hecho excepcional. Aunque el litoral era una zona tradicional de alimentación de la especie, sobre todo de juveniles, la tortuga boba vuelve al lugar donde ha nacido para desovar. Y apenas había casos documentados en la Península en el siglo XX. Así que lo que empezó en 2001 como un acto esporádico, no solo se ha repetido sino que se ha incrementado. Hace cinco años los científicos comenzaron a pensar que estaban frente a un fenómeno de colonización. Las tortugas están rompiendo su mecanismo filopático para adaptarse al cambio climático y lo están haciendo a una velocidad relativamente alta.
La temperatura del agua y de la arena se lo ha permitido. En los años 70, las condiciones adecuadas para su cría en la Península se daban unos pocos días al año. Ahora esa cifra se ha triplicado o cuadriplicado y ha abierto una ventana temporal suficiente para que los huevos se desarrollen en la arena.
Pero hay que trabajar para identificar los nidos y proteger los huevos, apunta Marco. Ayuntamientos e instituciones están ya formando a los usuarios con más probabilidades de encontrarlos: pescadores de caña, paseantes madrugadores, deportistas. Apuestan por vallar, vigilar el nido y evitar que perros o desalmados se acerquen. «Son tres metros cuadrados de playa y no altera la actividad», dice Marco.
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Los científicos están monitorizando los nidos, rescatando los huevos cuando es necesario y estudiando la situación. Hay muchas incógnitas por resolver. No saben cuál es la procedencia de las tortugas, si son mediterráneas o atlánticas, o una mezcla. Tampoco saben cuál será el comportamiento migratorio de los ejemplares que nazcan aquí, ya que hasta ahora se acercaban a la zona a alimentarse, pero después se iban. Ni siquiera hay certeza de la proporción de sexos que produce el litoral español, aunque la sospecha es que hay más machos. ¿Se mezclarán con las colonias que den más hembras? «Es todo un misterio, esto no se ha visto nunca», dice Abella.
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