España y Portugal construirán 16 satélites para mejorar la respuesta a los incendios

La cooperación beneficiará a los dos vecinos ibéricos y las empresas especializadas, tanto españolas como portuguesas, completarán el proyecto con las mismas características técnicas, de acuerdo con las confirmaciones de ambos gobiernos.

Los planes pasan por conceder el contrato de fabricación de los satélites «antes de que termine el año», según revelaron los dos ministerios de Ciencia y Tecnología implicados.

Otros países demuestran la eficacia que tienen estos artilugios, sobre todo para la prevención y el control de las emergencias climáticas.

Se da la circunstancia de que Portugal y España son, por ese orden, los que más arden dentro de Europa, no solo debido a las altas temperaturas sino a la actividad delictiva de quienes se afanan en provocar fuego.

Concretamente, las llamas han vuelto a desatar imágenes de apocalipsis este verano al otro lado de la frontera. «El fuego me rodeaba por delante y detrás», declaraba una ciudadana portuguesa llorando ante las cámaras de televisión días atrás.

«Esto parece el fin del mundo», añadía un hombre, mientras daba fe de que el panorama dantesco se ha ido extendiendo de norte a sur por tierras lusitanas, ahora mismo con la Sierra de la Estrella como punto más grave. Suyo es el terrible testimonio que llama la atención sobre los enormes daños en la biodiversidad en los alrededores de Covilha, con la flora y la fauna muy afectadas.

«Es desolador, no sé qué va a ser de mí», decía un agricultor que habla por boca de cientos de vecinos del Portugal profundo.

Es precisamente ahí donde va a incidir la acción de los 16 satélites, que pueden dar un vuelco a estas terribles situaciones.

El rastro de destrucción no hace más que agrandarse y 14 incendios de grandes dimensiones están causando estragos en la actualidad, de acuerdo con la información del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques.

Solo se destinaron 52 millones de euros el año pasado para mejorar el combate al fuego, una cantidad a todas luces insuficiente. Por eso, los habitantes ya están hartos de discursos vacíos del Gobierno socialista en este contexto tan duro, que hace vivir un auténtico infierno a cientos de portugueses.

El pánico se apodera de la población de norte a sur y a nadie puede extrañar que los peores recuerdos del año mortífero de 2017 vuelvan en toda su intensidad, sobre todo desde la tragedia de Pedrógao Grande, donde perdieron la vida nada menos que 66 personas.

Protección Civil no tiene infraestructura para abarcar todo, el cuerpo se halla desbordado y lanza alegatos críticos sin tapujos. Los satélites que llegarán pueden serles muy útiles.