España pierde casi 5.000 millones de euros al año por el impacto de las violencias machistas: 104 euros por ciudadano

Para entender estos datos, hay que explicar primero que los investigadores del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) que han cuantificado estos datos y puesto en un completo informe parten de hipótesis y estiman costes próximos a la realidad, en base al impacto en la salud de las víctimas (lesiones limitantes para su día a día), el coste legal y policial de sus denuncias así como en número de agentes, en el campo productivo y laboral de las víctimas, y sus allegados. En concreto, engloban el impacto en cuatro colectivos concretos: las víctimas (8,2%), los familiares y allegados (una cifra muy baja), el sector público (el 85% de los costes), sus empleadores (un 5%) y también ONG u organizaciones del tercer sector que les brindan ayuda (de nuevo con un impacto menor). También tienen en cuenta los recursos económicos que se pierden por el impacto de estas violencias en los colectivos citados.

Las prevalencias de estas violencias machistas son altas en España, han destacado dos de esas investigadoras, así que los costes económicos son «elevados».

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En concreto y siempre de acuerdo al estudio 'Impacto de la violencia de género y de la violencia sexual contra las mujeres en España (II): una valoración de sus costes en 2022', presentado este jueves por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y también por dos de sus autoras, expertas economistas como Elena Mañas y María Teresa Gallo, en el último ejercicio computado el impacto en el país fue de 4.933 millones de euros, repartidos entre 4.085 millones para la violencia de género y 848 restantes para la violencia sexual fuera de la pareja.

En cuanto a la violencia de género, las economistas han desgranado hoy en el Ministerio de Igualdad que se estiman tres posibles costes de la misma. 1.378 millones, si se tiene en cuenta la violencia física y/o sexual que causa un deterioro en la salud; 2.033 millones, si se pone el foco en la violencia física y/o sexual pero diferenciando por su grado de severidad, y otros 3.015 millones de euros si se contabiliza la violencia física, sexual, emocional y/o miedo de la pareja. Según las autoras del estudio, este último importe es el más próximo a la realidad, lo que supone un 0,23% del PIB y 64 euros por español.

La Delegación de Gobierno encabezada por Carmen Martínez Perza ha promocionado este informe por segunda vez, aunque es la primera edición que incorpora la violencia sexual. Según ha recordado la delegada, la prevalencia y el impacto en la salud de las dos violencias las convierten «en un problema de salud pública», como también afirma la Organización Mundial de la Salud.

Por su parte, ambas economistas han bajado al terreno estos datos para explicar que se obtienen al aplicar una metodología muy sólida y minuciosa que estima los costes directos e indirectos tangibles y, parcialmente, los intangibles, con los objetivos de calcular la cuantía que representa no atajar la violencia de género, así como estimar las ganancias que se derivarían de una reducción de los niveles de violencia. Incluso tienen en cuenta las «renuncias» que se hacen por el impacto de estas violencias, ha destacado en rueda de prensa la doctora Mañas.

Mañas ha pormenorizado que los impactos se traducen, según los casos, en desembolsos, «en pagos que se realizan por el uso de los servicios y los bienes que se necesitan por parte de las víctimas y de cualquier tipo de persona o organización privada o pública que tenga vinculación con esas situaciones«.

Se monetizan hasta los «costes emocionales», ha dicho la doctora, para visibilizarlos aunque es mucho más complejo y se trata de «aproximaciones». Son esos costes «intangibles». La profesora Gallo ha agregado, para explicarlo, que «estos costes incluyen, por un lado, la estimación del dolor y sufrimiento de las mujeres y sus hogares, así como las pérdidas de ingreso debido a las muertes prematuras de las mujeres víctimas de violencia de género pero también de los agresores víctimas mortales».

El estudio anterior del mismo equipo de la Universidad de Alcalá llevaba por título 'El impacto de violencia de género en España: una valoración de sus costes en 2016', cuando se cifró en 1.281 millones anuales. En este caso, la UAH relató que esta era la estimación «más conservadora» -derivada fundamentalmente de la violencia física y/o sexual- que suponía el 0,11% del PIB anual.

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, en declaraciones a los medios, ha considerado que este segundo estudio aporta «ciertos extras» y «ciertas mejoras». «En primer lugar, amplía el objeto de estudio. No solo se define a violencias de género, sino que también se amplía a violencias sexuales fuera de la pareja. En segundo lugar, enriquece las metodologías y, además, afina en los resultados», ha asegurado. «Es importante que tomemos conciencia del dolor que se causa», ha agregado.

«Cuesta poner un precio al dolor, pero hay que ponérselo y este precio lo pagamos toda la sociedad», ha insistido Martínez Perza. Su Delegación quiere entender de manera global el alcance y la magnitud de esta lacra y qué significan las violencias machistas para todos los ciudadano, ha indicado.