Una escuela se fija como objetivo que sus alumnos castellanohablantes «piensen en catalán»
En su plan de lenguas, insta a los profesores a que estos estudiantes «progresivamente vayan adoptando el catalán como lengua de pensamiento, de expresión y de relación»
La AEB critica la medida y califica la inmersión como «un método de ingeniería social para que los alumnos rechacen el castellano»
Una escuela usa su proyecto lingüístico para instruir a los docentes para que vigilen si se habla en catalán en el patio
Barcelona
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónUn paso más allá de la inmersión. Una escuela de Artés (Barcelona) no solo quiere que sus alumnos castellanohablantes incorporen el catalán como lengua de uso dentro y fuera de las aulas, sino que pretende imponerla como «lengua de pensamiento». Así lo expone ... el centro en su proyecto lingüístico, consultado por ABC, en el que aparece como uno de los objetivos del centro en el ámbito lingüístico lograr que «los alumnos castellanohablantes progresivamente vayan adoptando el catalán como lengua de pensamiento, de expresión y de relación con los otros de su entorno».
Otras de las metas que se impone la escuela Vedruna Artés para fomentar el uso de la lengua autonómica entre este alumnado es organizar la práctica pedagógica de tal modo que se eviten las interferencias catalán/castellano». El colegio, con un 22,4 por ciento de alumnos de familias castellanohablantes, pretende, en líneas generales, «consolidar el catalán como lengua de uso» y «que los alumnos de familias bilingües se decanten hacia la expresión en en esta lengua y la utilicen como primera lengua de relación».
«Es inaceptable que un centro pretenda cambiar la lengua en la que piensan los alumnos castellanohablantes y bilingües e imponer que la única lengua de pensamiento sea el catalán», denuncia la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) en un tuit. La entidad considera que la medida va más allá de la inmersión, proceso que, según denuncia, «no es un método de aprendizaje del catalán, sino de ingeniería social para que rechacen el castellano».
El centro insta también a los docentes a que «a través de la programación cotidiana de la actividad docente (...) procuren enseñar juegos y canciones en catalán» a los alumnos no catalanohablantes para «incorporarlos en la comunidad catalana».
José Domingo, presidente de Impulso Ciudadano, critica también al centro al que acusa de «aplicar la inmersión sin vendas y sin anestesia». «El objetivo es cambiar los usos lingüísticos de los alumnos castellanohablantes. En defensa del plurilingüismo tienen que dejar el castellano y pasar al catalán», añade Domingo.
No es el único caso de consignas polémicas lanzadas por los colegios e institutos catalanes en sus planes de lenguas. La AEB denunció el caso de la escuela Antoni Brusi de Barcelona que usa su proyecto lingüístico «para instruir a los docentes para que vigilen si se habla en catalán en el patio« y «transmitir los signos de identidad nacionales a sus alumnos», tal como denunció ABC en su edición del pasado 18 de mayo. O el de un instituto catalán, el Pere Viver de Tarrassa (Barcelona) que pide a los profesores en su plan de lenguas «hablar despacio» y «gesticular» antes que usar el castellano con las familias.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete