De esta enfermedad se puede morir tu gato si no estás alerta

Por la naturaleza felina, su aparición a menudo tiende a ser silenciosa, dado que las lesiones comienzan a nivel interno y el animal raramente manifiesta su malestar; lo que dificulta su tratamiento y detección. En ese contexto, los expertos de Tiendanimal buscan sensibilizar acerca de la importancia de mantener un control regular realizado por expertos, una vez se alcanza esa edad, y de esta manera evitar daños que pueden llegar a ser irreversibles para nuestra querida mascota.

Cansancio generalizado, falta de apetito, pérdida de peso, pelo sin brillo o un notable incremento de la frecuencia en la que orinan son solo algunas de las sintomatologías que acompañan esta patología, pero que pueden ser un buen indicador de que nuestro gato puede estar padeciéndola. En los casos más avanzados es frecuente encontrar hipertensión, y una consiguiente ceguera del gato, además de trastornos del ritmo cardíaco e incluso la aparición de signos de intoxicación, cómo vómitos, diarrea y halitosis, debido a la eliminación de metabolitos tóxicos (Sustancias que el cuerpo elabora o usa cuando descompone los alimentos, los medicamentos o sustancias químicas) cómo el amoníaco.

«Una vez se produce el daño, su avance es imparable y llega a ocasionar lesiones internas que no se manifiestan hasta pasados unos meses, llegando en ocasiones a resultar demasiado tarde para suministrarles un tratamiento efectivo», comenta la veterinaria consultada y añade «por este motivo, la forma de poner a su desarrollo no es otro que realizar un control veterinario regular con nuestro veterinario de cabecera, una vez que nuestro gato haya alcanzado la edad de riesgo». Además, para facilitar este proceso, desde Tiendanimal ponen en marcha en sus tiendas de toda España un chequeo gratuito, realizado por los expertos de las clínicas de Clinicanimal, de los ocho puntos de salud del gato que pueden identificar algún indicio sobre la enfermedad de insuficiencia renal felina.

La nutrición es clave para cuidar de su salud renal y de esta manera prolongar su calidad de vida: «En ese sentido, una dieta equilibrada resulta beneficiosa para los riñones, así como la ingesta abundante de líquidos», explica la veterinaria. «Si nuestro gato sufre esta enfermedad será necesario el seguimiento de un experto veterinario que le suministre la medicación necesaria para paliar el dolor y contribuir a los efectos secundarios de la enfermedad, así como de una dieta rica en proteínas fáciles de ingerir, con bajo contenido en fósforo y de cloruro sódico y con gran aporte de vitaminas y ácidos grasos esenciales, que consiga mantener los valores del animal en niveles saludables»