La primera pastilla contra la depresión postparto promete resultados con solo dos semanas de tratamiento

El nuevo fármaco que acaba de aprobar la FDA, la Agencia del Medicamento de Estados Unidos, está pensado solo para este trastorno. Se llama zuranolona y es un antidepresivo de acción rápida. Proporciona un alivio apenas tres días después de empezar a tomarlo y está pensado para mantener un tratamiento corto de una pastilla diaria durante dos semanas, según se ha visto en los ensayos clínicos que han conducido a su aprobación.

La mera existencia de este fármaco puede ayudar a lanzar un mensaje positivo: la existencia de las pastillas es porque existe una razón biológica por la que te puedes sentir mal, sin creer que eres una madre terrible.

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Hasta ahora a las mujeres que solicitaban ayuda se les ofrecía terapia psicológica, tomar antidepresivos convencionales que tardan más tiempo en ser efectivos, o un tratamiento intravenoso que no está disponible en muchos centros sanitarios. La nueva pastilla, que puede tomarse en casa sin acudir a un hospital, es más accesible y puede animar a un número mayor de pacientes a tratarse.

Durante el embarazo, los niveles de estrógeno y progesterona se multiplican y luego estas hormonas caen abruptamente tras el parto. Por razones genéticas o de otro tipo, las mujeres que desarrollan depresión postparto parecen especialmente sensibles a esta montaña rusa hormonal, que también reduce los niveles de otra hormona, la alopregnanolona. Zuranolona contiene una versión sintética de alopregnanolona, que es producida por la progesterona y participa en la regulación del estado de ánimo.

El medicamento abre una nueva puerta, aunque no está exenta de complicaciones y de efectos secundarios. Como en otros antidepresivos, la FDA ha pedido que el prospecto informe de que su toma puede inducir pensamientos suicidas, generar confusión y somnolencia. Se advierte también consumirla a última hora del día con una cena no demasiado frugal.

Tampoco está claro si su uso durante la lactancia materna puede tener efectos secundarios para el bebé. Por lo que se aconseja interrumpir durante las dos semanas del tratamiento la lactancia. Una forma de seguir alimentando al bebé con la leche de la madre es extraerla previamente y preservarla en la nevera.

Las farmacéuticas que la han desarrollado –Sage y Biogen– habían solicitado a la FDA su uso frente a otros tipos de depresión, la depresión mayor. De esta forma, contarían con un mercado potencialmente mayor de pacientes, pero la agencia estadounidense considera que no hay aún suficiente evidencia científica para aprobarla.