En qué se direfencia el tabaco calentado del vapeador y porqué Sanidad sólo limita uno de ellos

Según la OMS, el tabaco calentado consiste en un cigarrillo que se somete a altas temperaturas a través de un dispositivo electrónico, pero no a la combustión. Al calentarlo producen aerosoles que contienen nicotina y otras sustancias químicas, que son inhaladas a través de la boquilla.

La Asociación Española Contra el Cáncer alertaba en un informe de 2020 de que los estudios existentes destacan la toxicidad del producto y de las emisiones que genera al ser consumido. En definitiva, «los PTC son similares a un cigarrillo convencional», ya que «contienen nicotina y otras sustancias que pueden tener implicaciones para la salud al ser sometidas a altas temperaturas».

Por contra, los cigarrillos electrónicos o vapeadores son dispositivos alimentados por baterías que se usan para calentar líquidos y así obtener un aerosol. «El aerosol inhalado puede contener nicotina, saborizantes y toxinas, incluidas las que causan cáncer», indican en el informe.

Por tanto la principal diferencia entre el tabaco calentado (PTC) y los vapeadores es la presencia del tabaco en el producto.

La presidenta de la asociación Nofumadores, Raquel Fernández Megina, apoya la medida del Gobierno, pero insiste en que las advertencias de salud también son necesarias en el etiquetado de los vapeadores.

En este sentido, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha publicado un mensaje en la red social X en el que ha asegurado que continúan trabajando en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo «para avanzar en la regulación de vapeadores, espacios libres de humo y otros aspectos para prevenir adicciones y proteger la salud pública».