¿Debe el Papa coger el teléfono durante una audiencia?

Por tercera vez ha interrumpido el encuentro semanal con los fieles para mantener una conversación telefónica

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El Papa interrumpió la audiencia para hablar por el móvil este miércoles AFP

Javier Martínez-Brocal

Corresponsal en el Vaticano

El Papa Francisco interrumpió durante casi un minuto la audiencia general del miércoles en la plaza de San Pedro, cuando uno de sus colaboradores más cercanos le acercó el teléfono móvil para que atendiera una llamada. El Vaticano no ha revelado el motivo ... de la llamada, que el Papa ha atendido con rostro serio, pero debería ser lo bastante importante como para requerir la inmediata atención del pontífice.

La llamada se produjo cuando un empleado del Vaticano iba a comenzar el saludo a los peregrinos en lengua alemana. Inesperadamente, se detuvo al ver que Sandro Mariotti, asistente personal del Papa, se acercaba a Francisco con un teléfono en la mano. Mariotti apartó el micrófono del pontífice y le entregó su teléfono móvil. A partir de ese momento, el Papa mantuvo una conversación durante alrededor de un minuto.

Entre las hipótesis que se barajan sobre su contenido, lo más probable es que Francisco hubiera solicitado información precisa sobre alguna cuestión que pretendía abordar en público en la audiencia, y los datos que ha recibido le han llevado a evitarlo.

No es la primera vez que Francisco interrumpe algún acto por una llamada y algunas voces se preguntan sobre la necesidad de hacerlo. La de este miércoles es la tercera vez que el Papa atiende una llamada durante una de sus audiencias generales, los eventos más cercanos y familiares de la agenda de Francisco. La primera fue el 11 de agosto de 2021, la segunda, el 23 de diciembre de ese mismo año, y la tercera, este miércoles. Aunque El Papa no ha tenido que interrumpir discursos en ninguna de las tres ocasiones, y siempre pidió disculpas a quienes le rodeaban.

Una cuestión urgente

Respecto a las anteriores, fuentes cercanas a Casa Santa Marta explicaron que Francisco había solicitado una cuestión urgente a la Secretaría de Estado, con las instrucciones de que le informaran inmediatamente del resultado. Sus colaboradores cumplieron a la letra.

Efectivamente, el 11 de agosto de 2021 los fotógrafos captaron la pantalla del celular de la primera llamada, y el número correspondía al de Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado, o número tres de la Santa Sede. En aquella ocasión, el pontífice había concluido ya su catequesis y dado la bendición final, y estaba saludando personalmente a algunos obispos y sacerdotes. Durante la conversación telefónica gesticuló con la mano como haciendo una lista de cuestiones, y dio nuevas indicaciones. A continuación, el Papa decidió abandonar la sala de audiencias unos minutos, y regresó más tarde para continuar con los saludos personales.

El 23 de diciembre de 2021 ocurrió algo parecido, pero la llamada fue mucho más breve, treinta o cuarenta segundos y en aquella ocasión no gesticuló ni vio necesario conversar demasiado. El pasado 16 de marzo, también atendió una llamada en la plaza, pero desde el papamóvil. El chófer no se dio cuenta de que Francisco estaba hablando por teléfono, y entró en la plaza cuando Francisco estaba aún hablando, antes de que comenzara el giro entre los peregrinos.

Móviles de peregrinos para Francisco

En otras audiencias, los peregrinos han aprovechado la cercanía del Papa para prestarle su propio móvil y que saludara por teléfono directamente a sus familiares. En 2014, un español de La Coruña lo hizo para que bendijera a su madre, y Francisco aceptó con aire divertido.

Los teléfonos móviles han protagonizado en varias ocasiones el magisterio papal, y casi siempre en sentido negativo. En 2017, animó a los policías de tráfico a actuar contra quienes usan el móvil mientras conducen. Mencionó «el poco sentido de responsabilidad de muchos conductores, que a menudo parecen ser poco conscientes de las consecuencias graves de sus distracciones, por ejemplo, con el uso impropio del celular».

Hace unas semanas, en Budapest, el Papa recordó a los jóvenes que «la vida es real, no virtual y no sucede en una pantalla» y les propuso no pasar el tiempo «pegados al celular y a las redes sociales».

En 2019, propuso aparcar el móvil cuando se está comiendo en familia y criticó esos almuerzos en los que «cada uno está con su móvil, todos chateando. Que no miremos más la pantalla del móvil que los ojos de nuestros hermanos», rogó en otra ocasión a los sacerdotes, religiosas y religiosos.

Naturalmente, en otra de sus audiencias generales, lamentó el uso del móvil durante la misa. «Me da mucha pena cuando celebro misa en la plaza o en la basílica y veo tantos móviles alzados, no sólo de fieles sino también de algunos sacerdotes y obispos. ¡Por favor! La misa no es un espectáculo, es ir a encontrar la Pasión y Resurrección del Señor. Nada de móviles», solicitó.

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