¿Por qué la DANA solo rozó Madrid?: «Fallaron los modelos de predicción. Es difícil descifrar la violencia que contiene una nube»
Expertos consultados por ABC vaticinan un aumento de episodios de sequías extremas seguidas de inundaciones por el cambio climático
«Han venido para quedarse. En los próximos meses vendrán más», auguran
El paso de la DANA por Madrid, en imágenes
Temporales como el que nos ha castigado este fin de semana no van a ser nada excepcional en los próximos años. Expertos en Física de la Atmósfera y en Hidrometereología consultados por ABC vaticinan un aumento de la frecuencia de estos episodios en nuestro ... país debido al aumento de la temperatura del mar, fruto del cambio climático. La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), también llamada 'gota fría', no es nada excepcional en esta época del año. El choque de una masa fría de aire frío en altura con una zona cálida y con abundante vapor de agua es lo que provoca tormentas intensas. Sin embargo, lo que ha ocurrido este fin de semana es algo excepcional por su «virulencia», según los expertos. A su juicio, los modelos de predicción de estos fenómenos no fallaron en lo esencial porque «avisaron con tiempo a la población», pero sí a la hora de fijar tiempo y espacio en su desplazamiento. «Reproducir o descifrar toda la violencia que hay en una nube es muy difícil. Los modelos de predicción deben mejorar», coincidieron.
«El cambio climático incrementa los riesgos naturales. Hace que la temperatura del mar y del aire aumente, hay más energía disponible en la atmósfera y más vapor de agua. Es decir, que hay una mayor cantidad de agua en la atmósfera que luego puede precipitar», explica en declaraciones a ABC María del Carmen Llasat Botija, catedrática de Física de la Atmósfera en el Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Barcelona (UB).
Los expertos están cada vez están más seguros de que muchos desastres provocados por fenómenos meteorológicos en los últimos años se salen de la normalidad. Están también convencidos de que esos episodios extremos de fuertes sequías seguidas de lluvias torrenciales serán la tónica en los próximos años. «Cada vez estamos más seguros de que aumentarán los extremos y que lo que nos ha ocurrido estos últimos días no será nada excepcional«, apunta Llasat. La catedrática cree, no obstante, que la población no está concienciada sobre este nuevo escenario climatológico.
«Tenemos episodios similares en la historia como las inundaciones de 1962 en la comarca barcelonesa del Vallès, que se cobraron la vida de 815 personas, que parece que hemos olvidado. La gente, pese a las advertencias de la ciencia, sigue ocupando zonas inundables y eso demuestra la falta de concienciación sobre el problema«, denuncia.
Replantear las infraestructuras
A juicio de Llasat la nueva coyuntura derivada del cambio climático obligará también a replantear los criterios de construcción de algunas infraestructuras para hacerlas menos vulnerables a los episodios climatológicos extremos.
Los sistemas de predicción funcionaron, según afirma la experta, «ya que se avisó con antelación a la población de lo que se avecinaba», aunque «todos los modelos han fallado respecto hacia dónde se desplazaría. Reproducir toda la violencia que hay en una nube es muy difícil. Los modelos de predicción deben mejorar, es cierto, queda mucho por hacer«.
Lo mismo opina Daniel Sempere, director del Centro de Investigación Aplicada en Hidrometeorología (CRAHI) -por sus siglas en catalán- de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). «Se aviso con mucho tiempo a la ciudadanía de lo que se avecinaba pero los modelos de predicción, aunque han mejorado mucho en los últimos años, tienen ese margen de error. No fallan en el aviso pero sí son fenómenos muy convectivos y nos somos aún capaces de ajustar tiempo y espacio», admite el experto de la UPC.
A su entender, la 'gota fría' que nos ha impactado no es nada excepcional «es algo esperable en esta época del año». «Lo excepcional, sí atribuible al cambio climático es el aumento de la frecuencia«. »Este tipo de fenómenos se producían cada diez años aproximadamente y ahora la frecuencia será cada dos o tres«, apunta Sempere.
Tras esa mayor frecuencia de estos fenómenos está, según explica a ABC, el aumento de la temperatura del agua del mar. «El cambio climático es el que hace que las condiciones atmosféricas los propicien más a menudo», dice. Sempere. Coincide con Llasat en la falta de concienciación de la población sobre el futuro que nos depara. «Tenemos que dar un paso hacia adelante en el proceso de adaptación. Debemos entender que un día no muy lejano se suspenderá un partido de fútbol, o las clases, o cualquier otra actividad por esta nueva situación, y eso formará parte de nuestra realidad«, añade.
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El director del CRAHI celebra que no haya habido más víctimas mortales y recuerda un episodio similar vivido en Alemania en julio de 2021 «que con un episodio menos virulento se perdieron 130 vidas«. Daniel Sempere augura una pequeña tregua aunque advierte de la aparición de otra DANA en tan solo unos meses y durante los meses de otoño.
«Estos episodios extremos en el clima han venido para quedarse. Debemos prepararnos para lidiar con ello», concluye el director del Centro de Investigación Aplicada en Hidrometeorología de la UPC.