La DANA barre el país y muestra cómo será el tiempo extremo que nos espera

Pero lo peor de este fenómeno atmosférico se temía que sucediera este domingo en el centro peninsular, en la comunidad de Madrid y en Toledo y otros puntos de Castilla-La Mancha. Se esperaban precipitaciones históricas y de récord de hasta 120 litros por metro cuadrado. Ha llovido mucho también en el interior de la Península, pero afortunadamente, no hubo que lamentar ninguna tragedia. Y, según avanzaba el domingo, los avisos rojos y naranjas de la Agencia Española de Meteorología se fueron suavizando.

En Madrid se esperaban lluvias extremas y potencialmente torrenciales con un 90% de probabilidades, similares a las de las zonas mediterráneas. El mayor miedo era que cayeran en zonas densamente pobladas y se colapsara la ciudad, como ocurrió con la gran nevada y la tormenta Filomena hace dos años.

La 'Filomena otoñal', como se ha bautizado popularmente, no era cualquier DANA. «Es rara, extraordinaria e intensa y un episodio único para comienzos de septiembre», advertía Francisco Martín, exmeteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y ahora en Meteored. El fenómeno de la 'gota fría' no es raro en el litoral mediterráneo. El problema es que esta vez se había formado demasiado pronto, con el mar Mediterráneo aún muy caliente y apenas una semana después de la última ola de calor. «Esto es gasolina de primera, como ocurre con la formación de los huracanes», asegura Martín.

Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, también califica de «singular» esta DANA porque «las fuertes precipitaciones se iban a desplazar también hacia el interior». Esta vez puede que haya quedado en un gran susto, aunque Olcina cree que cada vez será más habitual enfrentarnos a situaciones similares. La explicación, una vez más, está en el calentamiento de la Tierra. «La atmósfera terrestre en el hemisferio norte reacciona al calentamiento mandando masas de aire frío a latitudes medias para compensar la acumulación de calor, lo que provoca situaciones de alta inestabilidad atmosférica. Tendremos una meteorología cada vez más extrema con más eventos de este tipo y batiremos récord de manera continua», pronostica.

La Comunidad de Madrid estaba preparada para paliar los efectos de unas lluvias que, ante la alerta roja de la Aemet, prometían ser torrenciales y superar el récord histórico de 1972, cuando la capital se anegó. Pero los peores presagios no se cumplieron. Llovió, pero no hubo que lamentar incidencias graves ni rescatar vehículos atrapados en las balsas, tan comunes en las carreteras de la región siempre que las precipitaciones se acumulan. La Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112, gestionó 588 incidencias con 451 intervenciones de Bomberos de la Comunidad, aunque ninguna de ellas de carácter grave.

Preocupaba, sobre todo, Arganda del Rey, localidad inundable cuyas calles ya se convirtieron en ríos en 2019 y, para evitar que la imágenes se repitiesen, minimizar los daños y «por responsabilidad», el ayuntamiento decidió suspender la programación de las fiestas patronales que comenzaban este domingo. Los municipios más afectados fueron, en cambio, Navalcarnero, Arroyomolinos, Sevilla La Nueva, Alcalá de Henares o Meco por caída de árboles o acumulación de agua en las vías a consecuencia del desbordamiento de alcantarillas. Tras un día de alerta roja, el nivel se redujo a las 20 horas, volviendo al naranja y dejando solo en riesgo extremo a la parte sur y oeste de la geografía madrileña y la comarca de las Vegas.

El fuerte temporal con aguaceros en la Comunidad Valenciana complicó este domingo los desplazamientos en coche en buena parte del territorio, tanto en carreteras interurbanas como en calles dentro de algunas ciudades. La circulación en tren se vio interrumpida hacia Cataluña en todo el Corredor Mediterráneo. Igualmente el tráfico marítimo se interrumpió entre Ibiza y las Baleares, además del cierre parcial del puerto de Valencia y completo del de Sagunto.

Las trombas de agua dejaron registros acumulados de hasta 160 litros por metro cuadrado en puntos como Cervera del Maestre o en Castellón, así como rachas de viento de entre 70 y 80 kilómetros por hora en el sur de Alicante. Además de las múltiples inundaciones en viviendas y garajes, así como en calles, viales y, en especial, túneles, sobre todo en esta provincia, se produjeron filtraciones en el Palau de la Música de Valencia.

Los bomberos realizaron numerosos rescates de conductores atrapados en sus vehículos, aunque por fortuna en ninguno de estos casos se registraron daños personales. Hubo incidencias en una decena de carreteras, en algunos casos por desprendimientos, además de tramos anegados por las tormentas, y por la mañana se interrumpió la circulación en la carretera AP-7 entre las localidades de Vinaròs (Castellón) y Amposta (Tarragona) por inundación de la calzada. También, el acceso entre ambas provincias desde la nacional N-340.

Pasado lo peor de la tormenta, el municipio de Alcanar (Tarragona), en el Delta del Ebro, empezó a recuperar la normalidad. Poco después de las dos de la tarde, Protección Civil levantó el confinamiento en el municipio, que activó por la mañana debido a la acumulación de las lluvias y el riesgo de inundaciones por el desbordamiento de barrancos. Las autoridades suspendieron la medida por la mejora de las condiciones meteorológicas. No obstante, aconsejaron restringir la movilidad en las zonas afectadas por los aguaceros y en el litoral, por la previsión de fuerte oleaje.

En las últimas 24 horas han llegado a caer cerca de 220 litros por metro cuadrado en este municipio tarraconense, la mayoría concentrados en tres horas, lo que ha provocado incidencias, como cortes de carreteras, inundaciones de bajos y caídas de ramas y otros elementos. Los problemas en la red viaria y ferroviaria se mantienen. Asimismo, tres edificios de la comarca del Montsià (Tarragona) en la que se encuentra Alcanar, han sufrido daños estructurales y este domingo por la noche tuvieron que rescatar a dos personas en Alcanar después de que se hundiera el techo de una masía, según informan los Bomberos de la Generalitat, que han recibido unos 150 avisos de incidentes en el delta del Ebro.

La mayoría de las actuaciones de los bomberos han sido por inundaciones en los municipios de Alcanar, Santa Bàrbara y Amposta, los más golpeados por las fuertes lluvias.

Ya el día anterior, la DANA había enseñado 'la patita' en Castilla y León, con importantes tormentas en algunas zonas y otras que pese a no ser tan abundantes como se esperaba frenaban, por ejemplo, la apertura de las casetas regionales de gastronomía de las fiestas de Valladolid, donde el agua había echado a perder las provisiones. Este domingo, de nuevo amanecía bajo alerta, con la Agencia de Protección Civil instando a evitar actividades al aire libre. Por la tarde, en ciudades como Valladolid, Ávila y Segovia éstas se tuvieron que cancelar.

Conciertos a orillas del Pisuerga, las jornadas medievales en la capital amurallada y el cierre de parque y jardines en la de Acueducto marcaron las limitaciones que a golpe de chubasco fueron imperando en otros puntos. No quedaron exentas las carreteras. Pese a las indicaciones de evitar el asfalto, el domingo era día de operación retorno y muchos ciudadanos tuvieron que hacer frente a balsas de agua, fuertes rachas de viento -hasta a 109 kilómetros por hora sopló en la estación de la Pinilla- y paradas improvisadas a la espera de que la intensidad bajase, porque hasta entrada la noche no amainó.

Ya llegada casi la medianoche, las precipitaciones más intensas se desplazaban hacia el oeste de Castilla y León, afectando especialmente a las provincias de Ávila, Segovia, Valladolid y Zamora. Por este motivo, la Delegación del Gobierno en la Comunidad ha solicitado a los ciudadanos a través de Twitter tener precaución ante este situación adversa que puede ir acompañada de tormentas fuertes y granizo.

Toledo fue la provincia de Castilla-La Mancha que más acusó las trombas de agua que se sucedieron este domingo por toda la región, dejando carreteras y vías férreas cortadas e inundaciones en calles y viviendas.

De hecho, la estación meteorológica que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en Toledo capital es la que más precipitación ha registrado durante la jornada de ayer, con 90,8 litros hasta las 21.30 horas del domingo. En el ranking de las localidades más lluviosas se coloca en segunda posición Navahermosa, también en Toledo, con 65 litros; completando el podio Puebla de Don Rodrigo con 57,9

Este domingo se registraron un total de 296 incidencias, siendo la provincia de Toledo la que más contabilizó, con 190. Cuenca registró 53, Ciudad Real 37, Guadalajara 11 y Albacete cinco. La mayoría por achiques de agua y obstáculos en la calzada. Algunas de las poblaciones de la región más afectadas son las de Escalona, en Toledo, y Buenache de Alarcón, en Cuenca, donde se tuvo que retirar el barro consecuencia del desbordamiento de un arroyo.

En Hormigos (Toledo), las lluvias y el granizo provocaron gran temor entre algunos vecinos, que optaron por subirse a las zonas altas de sus casas para ponerse a salvo si la situación empeoraba, mientras que las alcantarillas se taponaban causando la entrada de agua en las viviendas.

En cuanto a Buenache de Alarcón (Cuenca), la tormenta de lluvia y granizo caída en la tarde del sábado, y que duró media hora, provocó importantes inundaciones en todo el pueblo y dos personas tuvieron que ser evacuadas de sus casas. Se inundó la vivienda de un matrimonio septuagenario, que tuvo que ser rescatado por la Guardia Civil. El Ayuntamiento de la localidad facilitó una vivienda tutelada a las personas afectadas, mientras técnicos del Geacam, bomberos y Protección Civil ayudaban en las labores de limpieza de las calles y la localidad se quedaba sin luz ni agua por la rotura de las tuberías. Fue necesario llevar a la zona un camión cisterna con agua potable.