Consejos para sobrevivir a la vuelta de vacaciones y volver a la rutina

Trasnochar, levantarse tarde o descansar durante todo el día son actividades que suelen alterar los ciclos del sueño y dificultan la vuelta a la rutina. Es lo que se conoce popularmente como «síndrome postvacacional», un concepto que se refiere a la ansiedad o presión emocional que debemos afrontar al readaptarnos a las tareas laborales después de un período vacacional. Es por esta razón que en muchos casos se debe realizar una pequeña transición para volver a adaptarnos a la rutina a la mayor brevedad posible, procurando siempre que nos afecte lo mínimo posible.

Normalmente, se suelen producir dos hechos que dificultan la vuelta al trabajo y, por extensión, a la rutina que implica el retorno a la actividad laboral:

• Perdemos la noción del tiempo: Es cierta la expresión habitual de que el tiempo corre más deprisa cuando estamos disfrutando. Y es que de la misma forma ocurre en el sentido contrario, es decir, parece que el tiempo se paraliza cuando nos aburrimos. Las vacaciones provocan un efecto en nuestra mente que nos hace liberarnos de las preocupaciones y perder la noción del tiempo, haciendo que muchas veces no sepamos incluso en qué día vivimos. Además, el hecho de acostarnos y levantarnos más tarde también provoca que se alteren los ciclos del sueño, dificultando la vuelta a la normalidad.

• Resulta más fácil acostumbrarse a lo bueno: A pesar de que te guste tu trabajo y disfrutes haciéndolo, suele resultar complicado pensar en la vuelta a la rutina tras varios días de vacaciones. Nuestro cuerpo tiene una gran capacidad de adaptación, tanto a las situaciones difíciles como a las fáciles. Sin embargo, es común que se produzca una especie de barrera mental que puede boicotearnos y dificultar una agradable vuelta a la rutina.

Teniendo todo esto en cuenta, desde ABC te proponemos algunos consejos para volver a la rutina evitando que te afecten muchas de las complicaciones asociadas:

Ciertamente, la actitud es lo más importante. Puede parecer algo fácil de decir, pero realmente si no pones de tu parte para evitar esa sensación de angustia que te provoca la vuelta a la rutina, resultará más difícil conseguir que ésta vaya bien. Es necesario tratar de abandonar los pensamientos negativos y lo tedioso que pueden resultar hábitos a los que estabas acostumbrado pero que ahora cuestan un mundo. Tienes que pensar que todos esos hábitos los hacías sin problema hace unas semanas y que estos pensamientos tan solo forman parte de esta etapa inicial mientras nos adaptamos a la vuelta a la rutina.

Quizá se trate de una de las cuestiones más importantes para gozar de una óptima vuelta al trabajo. Descansar bien y hacerlo regularmente es uno de los hábitos más saludables que puedes tener. Como se cita anteriormente, el sueño suele ser una de las cosas que perdemos antes durante las vacaciones ya que nos acostamos y levantamos más tarde, o incluso si nos desvelamos, podemos continuar durmiendo el tiempo que deseemos. Sin embargo, lo más normal es que ahora tengas que volver a levantarte temprano y olvidar aquellas noches de verano que pasabas en vela.

Es común pensar que la calidad del sueño depende de cómo nos encontremos en el momento que nos acostamos, sin tener en cuenta muchas veces que todo lo que hacemos durante el día también afecta. Es por eso que es recomendable planificar tu horario de sueño previamente. Si te has acostumbrado a irte a dormir y a despertarte tarde, de un día para otro resultará difícil dormirse temprano. Realiza esta transición de forma progresiva y tu cuerpo se podrá adaptar mejor a la vuelta a la rutina.

Cuando terminan las vacaciones y se vuelve a la rutina habitual no tienes por qué recuperar la normalidad de un día para otro. Has disfrutado de varios días libres, te has relajado y ahora toca volver a la rutina, pero no es necesario hacerlo de golpe. De hecho, si intentas mantener el mismo ritmo de trabajo previo a las vacaciones, te puedes estresar y será peor. La solución es ir volviendo a tu calendario habitual de forma paulatina, aunque siempre cumpliendo los plazos de entrega.

Una técnica muy utilizada y que puede servir de utilidad es emplear la primera media hora de tu jornada laboral para planificar lo que debes hacer durante el día. Esto, además de hacerte más productivo, te aliviará también de cargas innecesarias y te ayudará a centrarte en los asuntos más importantes.

Si uno de los mejores consejos cuando estás de vacaciones es no mirar la bandeja de correos electrónicos para poder desconectar, cuando volvamos al trabajo es necesario vaciarla a la mayor brevedad posible. Quizá esto pueda resultar una tarea algo tediosa y lenta, pero hay que hacerla cuanto antes para poder centrarte en otros temas más actuales e importantes.

Y es que este proceso debe tomarse de una forma tranquila, ya que seguramente tengas muchos correos pendientes, aunque seguramente la mayoría de ellos no sean importantes o ni siquiera requieren respuesta, por lo que deberás eliminarlos. Una vez que solo te queden los importantes, ordénalos según la prioridad y diferencia cuáles se deben responder ya y cuáles pueden esperar.

La alimentación suele ser el primer factor que se resiente cuando estamos de vacaciones. Es por eso que se trata de uno de los asuntos más importantes a tener en cuenta para tener una agradable vuelta a la rutina. Y es que en verano no solo tendemos a comer más, sino que solemos hacerlo peor y de forma más copiosa. Es cierto que no todo el mundo abandona una dieta saludable, pero sí que es frecuente que la mayoría piense que está de vacaciones y que por hacer una excepción no pasará nada. Ahora bien, cuando se vuelve a la normalidad es necesario comer bien y hacerlo de forma regular.

La vuelta al ejercicio es una de esas antiguas rutinas que mucha gente va posponiendo y acaba por olvidarla por completo. Además de las motivaciones individuales de cada uno, ya sea perder peso, ganar músculo o simplemente divertirte, el ejercicio es un gran higienizante mental, que te ayudará a sobreponerte a la dificultades mentales de la vuelta a la rutina.

Es probable que una vez hayamos vuelto de las vacaciones nos asalten muchos estímulos. Da la impresión de que el trabajo se acumula, que no tenemos ritmo y que no vamos a poder cumplir con nuestras obligaciones. Es por eso que es importante mantener siempre los nervios a raya, fijar prioridades y centrarse en las cosas que son más importantes. Debemos tratar de quitar hierro a las preocupaciones sin olvidar nuestras obligaciones, ya que solo de esta forma se conseguirá encarar los problemas del trabajo sin que los nervios te paralicen.