La consejera de Educación catalana anuncia cambios en su órgano evaluador tras el descalabro de PISA
Simó evita la autocrítica y desvincula los malos resultados del sistema de inmersión en catalán
Apunta la necesidad de hacer frente común con políticos y comunidad educativa para relanzar «un buen modelo» pero con «puntos que se tambalean»
La inmersión lingüística pasa factura a los alumnos de Cataluña y el País Vasco en el informe PISA
Aula de una escuela de Educación Primaria en Barcelona durante la pandemia
«No podemos permitirnos dar más volantazos». La consejera de Educación de la Generalitat, Anna Simó, ha comparecido hoy ante los medios tras la polémica generada a raíz de su gestión de los resultados del Informe PISA, en el que Cataluña fue una ... de las comunidades autónomas que salió más mal parada, registrando «una caída sin precedentes» en todas las competencias evaluadas. En un primer momento, el departamento que dirige Simó atribuyó el mal resultado registrado por los alumnos catalanes a «una mala selección de la muestra«, aunque a las pocas horas rectificó y aseguró que tras contrastarlo con las autoridades educativas estaba en un error y la selección del alumnado fue adecuada.
«El problema es la segregación y la pobreza infantil», dijo entonces la titular de Educación, que también aludió al impacto de la pandemia en las aulas. Los nefastos resultados de Cataluña en las pruebas de la OCDE se producen apenas dos semanas antes de que un grupo de eurodiputados europeos teste por primera vez el sistema educativo catalán para comprobar los posibles efectos en las aulas de la inmersión lingüística, modelo al que las asociaciones en defensa del castellano apuntan como «una de las posibles causas del pinchazo» en los resultados.
Hoy Simó, en su primer encuentro con los medios, ha repetido ese mensaje y ha evitado la autocrítica. Preguntada sobre posibles represalias en su departamento, la consejera se ha limitado a anunciar que «en enero habrá cambios de fondo« en el órgano evaluador de su departamento, que se ha encargado de recordar que fue el responsable de la selección de la muestra de alumnado que participó en PISA, y que será sustituido por una gran agencia de evaluación.
Apuntando a las principales debilidades del sistema, la titular de Educación ha citado la segregación escolar «que ya ha empezado a combatirse pero cuyas mejoras se percibirán a más largo plazo», y, en parte, a los continuos cambios de leyes educativas que se han producido en los últimos años con los cambios de gobierno en España.
«Hacer pinya»
Anna Simó ha pedido a fuerzas políticas y comunidad educativa que «hagan piña» para impulsar «un modelo educativo que tiene buenos cimientos pero que se tambalea en algunos puntos« y ha anunciado un decálogo de medidas para revertir la situación; muchas de ellas se activaron tras los malos resultados registrados en PIRLS y en las últimas pruebas de competencias básicas de 2023. "Necesitamos un acuerdo de país para revertir la situación" ha precisado.
Entre las nuevas medidas destaca la creación de una nueva Agencia de Prospectiva y Evaluación Educativa que sustituiría al actual órgano de evaluación (Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo), un sistema de refuerzo de extraescolares con valor formativo similar al que aplica el sistema educativo en Portugal, y un nuevo modelo de formación inicial para docentes. «Debe actualizarse lo que se estudia en las facultades porque la realidad de las aulas ha cambiado«, ha precisado Simó. También ha anunciado nuevos recursos para impulsar los cambios, que, según ha dicho, tendrá efectos a largo plazo.
La consejera ha insistido en la necesidad de mejorar la capacidad evaluadora del sistema y ha pedido un «pacto de país» para impulsar los cambios. «La nueva Agencia evaluadora, que se concretará en enero, nos ayudará avanzar en base a la evidencia». Simó ha insitido en la necesidad «de mejorar en o básico». «Hay que mejorar resultados en comprensión lectora, capacidad escrita y ámbito matemático y hay también un reto importante especialmente en el catalán oral», ha concretado.
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Entre las diez medidas anunciadas, que presentará el próximo 18 de enero en su comparecencia en el Parlament, figuran llegar a un pacto por unas «políticas educativas resilientes en mínimo dos legislaturas más», impulsar la educación inclusiva, la universalidad del 0-3, reducir la tasa de abandono escolar, y fomentar la educación a tiempo completo.
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