El cónclave comienza este miércoles con una votación que será decisiva
Aunque los electores pueden esperar al jueves para votar, se da por seguro que esta tarde habrá fumata negra
La guía del cónclave: horario, detalles y cuándo empieza
Corresponsal en el Vaticano
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Iniciar sesiónMiguel Ángel no podía saberlo, pero sus frescos del Juicio Final cobran auténtico significado en días como éste, cuando los cardenales entren en fila y, abrumados por el peso de la decisión que les incumbe, miren los frescos que el italiano pintó entre 1536 ... y 1541. En la escena, Cristo, con rostro grave, ha considerado ya el bien y el mal que cada persona ha labrado con su propia y vida, y levanta el brazo para decidir entre quienes merecen salvación o condena. Ese gesto evocado por Miguel Ángel recuerda a los purpurados que tarde o temprano, también a ellos se les pedirá cuentas del nombre que escriban esta tarde en la papeleta.
En esta hora de la verdad, la gestión cotidiana pasa a manos del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Papa Francisco, quien, como senior en la jerarquía de purpurados, tomará las riendas de las sesiones. Trabajará codo a codo con el cardenal camarlengo Kevin Farrell, que ahora se convierte en garante del proceso de elección, y que asegurará la corrección de las votaciones, el aislamiento de los electores y la destrucción de las papeletas.
Técnicamente esta tarde los electores podrían decidir tomarse aún tiempo antes de empezar a votar, pero es muy poco probable que lo hagan. Se da por seguro que a última hora de este miércoles una fumata negra rasgará el cielo sobre la basílica de San Pedro y comunicará que los cardenales ya están manos a la obra en la búsqueda del Papa número 267.
Quién es quién | Los 133 cardenales que elegirán al nuevo Papa
Javier Martínez-BrocalLas miradas, y los votos, se concentrarán dentro de la Sixtina en un puñado de cardenales que están recogiendo consensos. Naturalmente, Pietro Parolin es el preferido de quienes proponen estabilizar y estructurar la situación de la Iglesia que ha dejado el Papa Francisco, con la idea de consolidarla. Podrían apoyar esta corriente los partidarios de Pierbattista Pizzaballa o del cardenal Peter Erdö, si no consiguen reunir suficientes apoyos en el primer escrutinio.
Otra corriente es la del cardenal filipino Luis Antonio Tagle, icono de quienes piden aprovechar la velocidad que ha tomado la Iglesia para seguir avanzando en las reformas. Es la misma idea de quienes miran la candidatura de Jean Marc Aveline, arzobispo de Marsella, o la del arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi.
Más candidatos de consenso
Entre medias, hay varios candidatos de consenso que podrían gustar a ambas corrientes. El más popular es Robert Francis Prevost Martínez, nacido en Chicago, misionero en Perú y prefecto del Dicasterio de obispos. Durante años fue superior de la orden de los Agustinos, donde aprendió a tomar decisiones difíciles, resolvió dificultades financieras y afrontó casos de abusos. También son candidatos de consenso el español Ángel Fernández Artime, con gran visión y carisma como rector de los salesianos, y el arzobispo de Singapur, William Gogh, un conservador dialogante. O incluso Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo, Sri Lanka, firme defensor de los derechos humanos que gusta al sector moderado. Al final, lo cierto es que bajo los frescos de Miguel Ángel puede suceder cualquier cosa.
Los cardenales tendrán este miércoles un solo escrutinio, y a partir de este jueves dos por la mañana y otros dos por la tarde. El portavoz de la Santa Sede Matteo Bruni explicó que la primera fumata será en torno a las siete de la tarde. El resto de días, «orientativamente» será a las 12 y a las 19, o una hora y media antes en el caso de que elijan al Papa en el primer escrutinio.
Es el cónclave más numeroso y disperso de la Historia, pues participan 133 cardenales de 70 países. Pero de las congregaciones generales se ha desprendido que esta diversidad no significa división. La franqueza en el intercambio de opiniones no se lee en la Iglesia católica como oposición sino como confianza.
Los cardenales concluyeron este martes sus conversaciones con una declaración unitaria oficial para pedir «un alto el fuego permanente y la apertura de negociaciones que conduzcan a una paz justa y duradera» en todos los conflictos en curso -aunque sólo mencionan la guerra en Ucrania y en Oriente Medio-. También solicitan que «las partes implicadas» -curiosamente no se refiere sólo a las partes en conflicto- respeten «la dignidad humana y el bien común».
Un Papa diplomático
Para algunos observadores, esa declaración común prepara el terreno para elegir a un Papa diplomático, quizá Pietro Parolin. Para otros, al contrario, era una confirmación de que el próximo Pontífice será un pastor que tendrá en cuenta también estas cuestiones.
A la última congregación general asistieron 173 cardenales, de los cuales 130 electores, e intervinieron 26 purpurados. Mientras que hasta ahora el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, solía ofrecer un resumen genérico de las intervenciones, en esta ocasión fue muy explícito sobre los temas que trataron.
El primero fue «la conciencia de que muchas de las reformas promovidas por el Papa Francisco necesitan continuidad, como la lucha contra los abusos, la transparencia económica, la reorganización de la Curia, la sinodalidad, el compromiso por la paz y el cuidado de la creación». «La responsabilidad de la Iglesia en estos ámbitos es profundamente sentida y compartida», aseguró Bruni, para subrayar que en este ámbito hay consenso entre los electores.
También dijo que «un tema central fue la comunión, entendida como vocación esencial para el nuevo Pontífice», en la idea de actuar como constructor de puentes entre sensibilidades diferentes en la Iglesia. «Se esbozó el perfil de un Papa pastor, maestro de humanidad, capaz de encarnar el rostro de una Iglesia disponible ante las necesidades y heridas de la humanidad. En tiempos marcados por guerras, violencia y fuertes polarizaciones, se siente con fuerza la necesidad de un guía espiritual que ofrezca misericordia, sinodalidad y esperanza», continuó Bruni.
Poder del Papa
«Algunos discursos de los cardenales abordaron cuestiones canónicas, reflexionando sobre el poder del Papa», quizá porque sectores de la Iglesia solicitaban mayor rigor jurídico a las decisiones de Francisco. «También se tocó la cuestión de las divisiones en el seno de la Iglesia y de la sociedad y cómo los cardenales están llamados a ejercer este miércoles su papel en relación con el Papado», una mención indirecta a los cardenales que a lo largo de estos años pusieron en duda públicamente con documentos llamados «dubia» la ortodoxia de algunas decisiones del Papa Francisco.
Además un purpurado solicitó que se mantenga la Jornada Mundial de los Pobres instituida por Francisco para «reconocer la presencia viva de Cristo en los pobres y recordando que la verdadera realeza del Evangelio se manifiesta en el servicio»; otro pidió que se celebren «encuentros del Colegio Cardenalicio con ocasión de los consistorios»; uno mencionó a «los mártires de la fe, especialmente en aquellas tierras donde los cristianos sufren persecución o están privados de libertad religiosa»; y otro pidió incluir «entre las urgencias pastorales el cambio climático, reconocido como un desafío global y eclesial».
Muchos cardenales ya han pasado la noche en Casa Santa Marta, y han evitado llevar sus móviles y ordenadores, pues no podrán usarlos. Todos los electores tienen cita a las 9.15 horas para la apertura del cónclave que será a las 10 de este miércoles en la basílica de San Pedro, adonde celebrarán una misa por la elección del Papa. Bajo la cúpula, también de Miguel Ángel, el monumento que marca el lugar de la tumba del apóstol Pedro, empezarán a poner nombre y apellidos a su inminente sucesor.
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