China promoverá cursos de amor matrimonial entre los estudiantes universitarios
El régimen comunista quiere que los estudiantes lideren la nueva política de crecimiento de la natalidad
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Pese a que ha levantado las políticas antinatalistas, China sigue sin tener niños que compensen el rápido envejecimiento de su población y el gasto público que traerá consigo. Una mayoría de universitarios chinos no quiere casarse, según una encuesta que acaba de realizar el ... Gobierno de Pekín. Así que, entre la batería de medidas más o menos coercitivas que prevé el régimen comunista, la prensa oficial destaca ahora una nueva: todas las universidades y colegios universitarios deberán en el futuro organizar cursos de promoción del matrimonio y la natalidad.
«Educar en el amor» es el eufemismo que encabeza el programa, dirigido a propagar ideas positivas sobre el amor conyugal, el matrimonio y los hijos, cuando se cumple otro año -el segundo consecutivo- de declive de la población en China. Los argumentos, según Reuters, han sido difundidos por la principal cadena de medios de comunicación Jinagsu Xinhua, a raíz de un sondeo entre universitarios llevado a cabo por la publicación oficial 'Noticias de la Población en China'.
En él se concluye que el el 57 por ciento de los estudiantes universitarios en China no tienen interés en iniciar una relación dirigida al matrimonio, al menos hasta acabar los estudios y tener asegurado un trabajo. El régimen comunista considera que ese sector de la población debe ser 'líder en la nueva política de crecimiento de la natalidad', y que es preciso promover 'un cambio de mentalidad'. Los cursos describirán también a los jóvenes estudiantes los riesgos que tiene para el país el actual declive demográfico.
La medida se suma a otras tomadas en fechas recientes por China. El pasado mes de setiembre -superada ya en población por la India, y con la economía en proceso de contracción desde hace años- Pekín anunció la subida de la edad de jubilación para tratar de paliar lo inevitable: el mastodonte comunista no podrá sostener de aquí a pocos años su actual sistema de pensiones y de sanidad pública, por falta de mano de obra contribuyente.
Según el gobierno, las razones se deben a una mayor expectativa de vida por la mejora de la salud de la población. Pero la medida obedece a una realidad muy distinta: el envejecimiento demográfico se abate sobre China, después de décadas de política comunista de 'hijo único' para controlar la población.
Un estudio de 'The Economist' reveló que en 2035 una tercera parte de la población china será mayor de 60 años. En otras palabras, no contribuyente y demandante de pensiones y servicios sanitarios. Los estudios demográficos proyectan para ese año una población de 1.390 millones, es decir, veinte millones menos que en la actualidad, como resultado de la falta de natalidad.
Control ciudadano
Pekín impuso la política del 'hijo único' en 1982 para reducir su población, con la vista puesta más en el control político de sus ciudadanos que en la dimensión económica de la medida, que pronto demostró ser suicida.
En un primer momento fue, además, homicida. Se calcula que millones de niñas fueron víctimas del aborto -sobre todo en el ámbito rural- para dar la oportunidad a otro embarazo en busca de un hijo. Millones de parejas mataron a sus niñas al nacer, para tener la oportunidad de tener un varón que les sostuviera en la vejez. Muchas otras, sobre todo en el ámbito urbano, recurrieron al diagnóstico prenatal para abortar. En 2015, el régimen comunista permitió tener más de un hijo. Y en 2021 se eliminaron todos los impedimentos y multas, demasiado tarde para evitar lo que se conoce como 'invierno demográfico' .
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