El catalán de quita y pon de Armengol: de eximir a todos los médicos y enfermeras a imponerlo al 90%

Hace dos semanas, la presidenta socialista Francina Armengol dijo que la salud iba «primero» que el requisito lingüístico. Reconoció que pedirlo era una traba ante la escasez de profesionales sanitarios. Pero tras una tormenta política con sus socios nacionalistas, que exigían el requisito lingüístico para garantizar los derechos de los pacientes catalanohablantes, Armengol cambió de opinión.

La presidenta se rectificó a sí misma la semana pasada anunciando que finalmente pediría el título de catalán al 80% de los médicos y enfermeras, es decir en 34 categorías de un total de 49; y mantenía la excepción en 15 categorías que no concretó.

Este martes, la dirigente socialista vuelve a enmendarse y decide que la exención del catalán en la sanidad se limitará al 10,8% de las plazas. La Conselleria de Salud ya no eximirá a 15 sino a 11 categorías deficitarias. Eso significa que solo 248 de las 2.283 plazas convocadas en el proceso de estabilización del IB-Salut quedarán exentas de demostrar el nivel de catalán y tendrán un máximo dos años para sacarse el título.

Las categorías exentas son enfermería de salud mental, anatomía patológica, anestesia y reanimación, cirugía general y aparato digestivo, inmunología, medicina física y rehabilitación, medicina preventiva y salud pública, nefrología, radiodiagnóstico, traumatología y cirugía ortopédica, así como pediatría y puericultura de atención primaria.

Salud argumenta que son «deficitarias puesto que no hay suficientes solicitudes de candidatos con el requisito de catalán, a pesar de que muchos de ellos sí lo tienen». De las 452 solicitudes recibidas para estas 11 categorías, el 45,6 % (206) corresponde a candidatos que afirman tener el nivel exigido de catalán.

Aunque los candidatos no tendrán que presentar la titulación de lengua catalana que exige la ley autonómica de conocimientos de lengua catalana para acceder a estas plazas, el Govern balear sí les podrá exigir el requisito lingüístico para otras cuestiones, como por ejemplo para acceder a un concurso de movilidad. Una penalización que el Sindicato Médico de Baleares ha puesto en duda.

Los profesionales sin título de catalán que consigan una plaza recibirán el apoyo lingüístico del Servicio de Salud, que organizará cursos de formación. Durante el año 2022 cerca de un millar de profesionales realizó un curso de formación de lengua catalana organizado por el Servicio de Salud y el Institut d'Estudis Baleàrics.

En cambio, el resto de categorías ofertadas en el proceso de estabilización laboral (38), con sus plazas asociadas (2.035), quedarán sujetas al requisito de presentar la titulación de catalán que dispone la Ley y la obligación de demostrar el nivel de catalán en un máximo dos años, tal y como establece el Decreto Ley 6/2022, de 13 de junio, de nuevas medidas urgentes para reducir la temporalidad en la ocupación pública de las Islas Baleares

En total se han presentado al proceso 9.494 solicitudes para un total de 2.283 plazas de medicina y enfermería. El Govern balear se congratula de que «la sanidad pública de las Islas avance en la normalización del catalán y garantice así la calidad del servicio y los derechos de los usuarios a ser atendidos en su lengua». La convocatoria del proceso de estabilización se resolverá antes del 31 de diciembre de 2024.

El plazo de presentación de solicitudes acabó el pasado 23 de enero. El PSOE argumentó entonces que no se podían cambiar las bases porque el plazo había finalizado. Ahora, según fuentes de Salud, se ha concluido que es posible pedir el requisito lingüístico en 11 especialidades –de las 49 que hay en total- porque, tras analizar las solicitudes y comprobar que «puede cubrirse con profesionales con el nivel exigido de catalán».

Salud explica que inicialmente se declararon deficitarias medio centenar de categorías de médicos y enfermeras porque se habían agotado los bolsines y no se disponía de personal. Luego, a raíz de las solicitudes que se presentaron al proceso de estabilización, se determinó «con más precisión» en qué categorías concretas no podían cubrirse las plazas con solicitantes que acreditaran los conocimientos de lengua catalana establecidos. Hoy se excusa en que la quincena eximida se ha «analizado detalladamente».

Los médicos y enfermeras se reconocen estupefactos ante este vaivén de criterios que afectan directamente a la situación laboral de muchos trabajadores. El Sindicato Médico critica el «sainete político» que mantiene en vilo al personal sanitario.