Una búsqueda de 21 años para encontrar a su hermano

Hace 21 años que el hombre abandonó los dominios familiares y se marchó voluntariamente a Portugal, donde la temporada efímera que pensaba pasar acabó convirtiéndose en más de dos décadas.

Virgilio es pastor y arrastraba el marchamo de persona errante… o, como ha declarado su hermana, «muy a su aire».

Pero ella, una granadina con residencia en Valladolid, sintió nostalgia de él desde el primer instante y nunca perdió la esperanza de reencontrarlo, aunque se topaba con un muro cada vez que preguntaba por él: no había ni rastro.

Al final, la colaboración de las policías española y portuguesa resultó providencial y Virgilio terminó siendo localizado. Los agentes le comunicaron que su hermana lo buscaba con afán y él no dudó en decirles su número de teléfono móvil para que la reunión pudiera cumplirse, como así ha sido.

El individuo lleva 13 años viviendo con una familia lusa del entorno rural de Viseu, que lo acogió como si fuera su propio hijo al verlo perdido. Ahora no se sabe todavía si Virgilio continuará con ellos o pondrá rumbo a España definitivamente.

La única certeza, de momento, reside en que la alegría presidió el encuentro con Dolores, que está muy mayor y le encantaría tener cerca a su hermano.

Los policías hallaron a Virgilio el pasado 30 de junio y, solo tres días después, se produjo la emotiva escena junto a su hermana. Finalmente, pudieron abrazarse de nuevo.