Suscribete a
ABC Premium

La brecha de género en matemáticas aparece solo cuatro meses después de comenzar Primaria

Un estudio con datos de casi tres millones de escolares revela que los niños se adelantan a las niñas en el primer año de escolarización

Los jóvenes ya no quieren ser científicos: España está a la cola de Europa en titulados universitarios en STEM

Sigue en directo la última hora sobre las tensiones en Torre Pacheco

Una alumna de Primaria escribiendo los números José Ramón Ladra
Javier Palomo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las matemáticas se han convertido en una de las asignaturas que más dificultades plantea al alumnado durante su etapa escolar. Pero no todos las viven de la misma manera: desde edades tempranas, las niñas tienden a enfrentarse a esta materia con mayor ansiedad, menor confianza en sus capacidades y un disfrute más limitado que sus compañeros. Ahora, un macroestudio que se publica este miércoles en la revista 'Nature', saca a relucir que esta brecha de género comienza a los cuatros meses de la escolarización, durante el primer año de Primaria.

En concreto, Pauline Martinot y su equipo analizaron los datos de casi tres millones de alumnos (2.653.082) de primer y segundo año de Primaria (de 5 a 7 años) en Francia, y descubrieron que prácticamente no había diferencias en el rendimiento medio en matemáticas entre alumnos y alumnas al comienzo de la escuela. Sin embargo, solo cuatro meses después de que iniciara el curso, apareció una brecha notable entre los dos géneros, a favor de los niños. Esta diferencia se había cuadriplicado al comienzo del segundo curso, con consecuencias duraderas. Como ya han demostrado diferentes estudios, a lo largo del tiempo esta brecha contribuye a que muchas chicas se alejen de carreras universitarias y profesiones relacionadas con la ciencia, la tecnología o la ingeniería (las llamadas STEM) donde los chicos siguen siendo mayoría.

Menos competitivas

Entre las hipótesis que baraja el equipo de Pauline Martinot ante esta diferencia entre chicos y chicas con las matemáticas, se encuentra el fuerte «componente competitivo» de los varones. «Los niños son muy competitivos, pero las niñas rehuyen de enfrentarse por ver quién saca la mejor nota, superar a su compañera, mostrar sus logros al resto, repetir ejercicios para no quedarse atrás... lo que provoca que tiren la toalla mucho antes con la asignatura», explica a ABC Martinot. Además, la forma en que el profesor interactúa con el alumnado —planteando ejercicios como una competición para ver quién los resuelve más rápido— perjudica especialmente a ellas.

«Durante la investigación nos dimos cuenta que la diferencia en aptitudes con la asignatura descendió drásticamente durante el año de la pandemia, en el que los niños se quedaban en casa y hacían los ejercicios de matemáticas en casa ayudados por sus padres, en comparación con otros años 'clásicos', lo que evidencia que el entorno de la escuela es el que acentúa esta diferencia y no el hogar», explica Martinot.

Sin embargo, también apunta a que el problema no radica únicamente en los métodos de enseñanza de los centros educativos. Las brechas de género son similares tanto en colegios tradiciones como en aquellos con pedagogías alternativas, lo que pone el foco en otro factor clave: el «escaso nivel formativo» del profesorado. «Se enseña de forma mecánica porque los profesores no les entusiasmaban o directamente no entienden las matemáticas porque mucho de ellos no están graduados en carreras científicas», advierte la autora. Esta falta de referentes bien formados contribuye a que no se despierte el interés del alumno por la materia, lo que a su vez provoca que más alumnos opten por carreras de letras y no se gradúen expertos en matemáticas. Un circulo vicioso.

«Ansiedad matemática»

Esta carencia de buenos docentes se traduce también, según los autores, en un concepto denominado «ansiedad matemática», una falta de apoyo emocional y metodológico de los profesores que afecta especialmente a las chicas. Presentan un mayor nerviosismo a la hora de resolver problemas, generan rechazo por lo que están aprendiendo y con el objetivo de evadir estos sentimientos, intentan que la asignatura ocupe el menor tiempo posible en su mente», explica Martinot.

La autora no descarta que los resultados del estudio sean equiparables en todos países —ya son los con una investigación pasada en EE.UU. que sirvió de base para su trabajo—, sobretodo con España, debido a que su modelo educativo es muy parecido al nuestro.

En el contexto español, donde los últimos datos de PISA muestran una brecha de 16 puntos en matemáticas a favor de los chicos a los 15 años, el informe 'Mujeres en STEM' de la Esade apunta a que la brecha de género comienza en cuarto de Primaria, donde las niñas tienen una autopercepción menor, mayor ansiedad matemática y niveles de disfrute más bajos. Además, tiene una probabilidad de un 9% menos de que se consideren buenas y tengan un aprendizaje rápido, un un 15% menor de considerar las Matemáticas su materia predilecta y una probabilidad un 8,7% y 7,9% menor de que le gusten o disfruten aprendiendo, respectivamente.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación