La sequía y los incendios amenazan el mayor humedal del mundo en Brasil

Al mismo tiempo, Brasil está perdiendo agua de forma preocupante. Según el centro de estudios Mapbiomas, una organización respetada en Brasil, el agua cubre 18,3 millones de hectáreas de Brasil, un 2% del territorio nacional, que sería equivalente al doble de la extensión de todo Portugal, y en el 2023 el país registró un descenso del 1,5% en comparación con su promedio histórico.

La pérdida de agua se registró en todos los meses del año pasado en comparación con 2022, incluyendo los meses de la temporada de lluvias. La última vez que hubo una reducción de la superficie de agua en Brasil tan grave fue en el 2021, con una baja del 7%. Los datos de Mapbiomas, que abarcan el período entre 1985 y 2023, muestran que Brasil está perdiendo agua superficial desde el año 2000, siendo la década de 2010 la más crítica.

Pero si todos los biomas brasileños están perdiendo agua, advierte la investigación, la Amazonía es la que más agua superficial ha perdido. El estudio constata que la Amazonía, la selva más importante del planeta, un reservorio natural que tiene impacto directo en el clima global, ha perdido 1,5% de agua en comparación a su promedio histórico y en todos los meses de 2023, y al mismo período del año pasado. Mientras el Pantanal es el bioma que más se ha secado desde 1985.

«La Amazonía y el Pantanal, se enfrentan a una grave reducción de agua, lo que lleva a importantes impactos ecológicos, sociales y económicos. Estas tendencias, exacerbadas por el cambio climático, subrayan la urgente necesidad de estrategias adaptativas de gestión del agua«, afirma Juliano Schirmbeck, Coordinador Técnico de MapBiomas Água.

El año pasado, la Amazonía sufrió una grave sequía: de julio a diciembre estuvo por debajo del promedio histórico registrado por MapBiomas, y de octubre a diciembre, fueron las superficies hídricas más bajas de la serie. «Hubo un aislamiento de poblaciones y muerte de peces y delfines», señala Carlos Souza Jr, coordinador de MapBiomas Água.

Con la sequía comienza en Brasil la temporada de incendios, la mayoría causados por acción humana, lo que vuelve la situación aún más grave. Los incendios pueden ser provocados por una colilla de cigarro, por quemar basura, pero la época de sequía es también aprovechada por especuladores para quemar selvas y convertirlas en pastos para ganado, un crimen ambiental difícil de rastrear.

En junio, el Pantanal tuvo 435 incendios en un único día y en 2024, superando los fuegos históricos de 2020, su antiguo récord, con la marca de 22.116 incendios.

La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, advirtió que los actuales incendios en el Pantanal se ven agravados por los extremos climáticos y también por acciones criminales. «Estamos enfrentando una de las peores situaciones jamás vistas en el Pantanal. Toda la cuenca del Paraguay está sufriendo una grave escasez de agua», dijo la ministra.

Para controlar la situación, el Ministerio de Defensa aprobó el envío de las Fuerzas Armadas, que llegaron el sábado a Corumbá, una de las ciudades más afectadas por los incendios, en el estado de Mato Grosso do Sul, donde se han registrado el 66% de los fuegos. El viernes, el primer avión de la Fuerza Aérea llegó a Corumbá y realizó las primeras operaciones para verter cerca de 12.000 litros de agua en los incendios.

«Donde haya fuego, habrá una investigación», informó el fiscal Luciano Furtado Loubet, del Centro de Medio Ambiente del Ministerio Público de Mato Grosso do Sul. Entre los 18 puntos de ignición de incendios en el Pantanal identificados por una operación entre el Ministerio Público, el gobierno de Mato Grosso do Sul y la Policía Militar, hay 12 propiedades rurales que serán objeto de una investigación civil. A partir de imágenes de satélite, el Ministerio Público puede localizar los polígonos de origen de los incendios que se hayan propagado y realizar inspecciones sobre el terreno para investigar posibles actividades delictivas.

«Si hay algo para exigir responsabilidades penales, se hará. Si no, habrá una investigación civil en el Ministerio Público de todos modos», declaró Loubet.

El 2020 fue el peor año de incendios ya registrados en el Pantanal, el mayor humedal del mundo, una llanura que abarca los territorios de Brasil, Bolivia y Paraguay, con una mayor extensión en Brasil.

Los incendios devastaron 4,5 millones de hectáreas del Pantanal, equivalentes a casi el 30% de todo el bioma, y casi 17 millones de animales vertebrados, entre mamíferos, reptiles y aves, murieron carbonizados, según un estudio publicado por Scientific Reports.

Los científicos llegaron a esta estimación realizando muestreos a distancia, recorriendo tramos del Pantanal poco después de los incendios y contando el número de vertebrados muertos que encontraban, entre jaguares, tapires y caimanes que no consiguieron.